Un chofer de ambulancia condenado por abuso de arma y denunciado por violencia de género asesinó hoy de un tiro en la cabeza a su ex esposa enfermera, frente a su hija adolescente, y luego se suicidó, en el interior de un hospital de la ciudad entrerriana de Concordia, donde ambos trabajaban.

El agresor tenía una denuncia por violencia de género y una condena por abuso de arma, según consignó Télam. El hecho ocurrió esta madrugada, alrededor de las 3.45, en el hospital Delicia Concepción Masvernat, el de mayor complejidad del noreste entrerriano, donde trabajaban ambos.

El hombre fue identificado como Carlos Siarra (40), quien conducía desde hacía una década las ambulancias del hospital y se encontraba bajo licencia médica, mientras que su ex esposa era Analía Córdoba (36).

Según se pudo reconstruir, madrugada Siarra ingresó al edificio, saludó con naturalidad y hasta se excusó porque llevaba un paquete de azúcar para la madre de sus hijos, contaron los testigos consultados a la Policía.

Sin embargo, cuando llegó al primer piso, fue directo hasta la enfermería, extrajo un revólver calibre .38 corto y disparó contra la cabeza de su ex mujer. De inmediato, y sin pronunciar palabra, Siarra se llevó a la boca el arma que utilizó para matar a su ex pareja y se suicidó de un disparo.

El director del hospital Masvernat, Roberto Quarroz, confirmó que entre los testigos del homicidio y el posterior suicidio estaba la hija mayor del matrimonio, de 16 años, quien estaba acompañando a su madre.

ANTECEDENTES

Fuentes vinculadas con la investigación dijeron que, además de una condena de dos años de prisión en suspenso por abuso de arma, sobre Siarra pesaba una denuncia por violencia de género presentada en enero último por su ex pareja, por la que había sido citado a declarar.

No obstante, agregaron las fuentes, el expediente perdió impulso cuando, luego de varios oficios de localización, la víctima no se presentó a tribunales para ampliar su denuncia.

Lo que los investigadores no pudieron precisar es si la mujer no continuó con la causa porque no quiso o por desconocimiento del proceso, ya que, tras separarse de Siarra, se mudó a vivir a otro domicilio y no recibió las citaciones enviadas por la Justicia de Concordia.

Las fuentes contaron que, a pesar de los antecedentes penales, Siarra tenía la tenencia de los cuatro hijos menores que había tenido con Córdoba, de 5, 8, 13 y 14 años años.

Fuente: LA NACIÓN