La capsaicina, componente de los pimientos que les da el sabor picante se adhiere a las células afectadas por cáncer y las destruye e inhibe su crecimiento en un 80% de los casos.
En la constante lucha para encontrar la cura definitiva contra el cáncer van apareciendo diferentes alternativas que contribuyen a esta investigación. Esta vez, las esperanzas están puestas sobre un componente de los ajíes picantes.
La capsaicina es un componente de los ajíes y otros pimientos, es lo que le da el sabor picante. Está en la mira de la ciencia desde hace un tiempo debido a que podría ayudar a los médicos a encontrar la cura de esta enfermedad.
En una serie de estudios realizados en 2006, un grupo de investigadores realizó pruebas en ratones y comprobaron que la capsaicina podría destruir e inhibir el crecimiento de las células de cáncer, pero sin dañar las células sanas. También redujo el tamaño de los tumores a una quinta parte en los ratones, pero entendían por qué.
Investigadores del Instituto Indio Madras de Tecnología descubrieron recientemente porqué se da esto. Los autores Ashok Kumar Mishra y Jitendriya Swain, indicaron que la capsaina se adhiere a las membranas de las células cancerosas para destruirlas en un 80% de los casos.
El componente de los ajíes se pegan a las proteínas de las mitocondrias y destruyen la célula, fenómeno conocido como apoptosis, que sucede en nuestro cuerpo cuando desechamos células viejas, proceso que las células cancerígenas evaden.
Un dato interesante es que las células sanas no resultan dañadas debido a que su composición bioquímica es totalmente diferente.
En el marco de este descubrimiento, es altamente recomendable consumir alimentos picantes para reforzar la cura contra el cáncer, aunque siempre es lo mejor comer una dieta balanceada.