En su primera entrevista desde que dejó el poder, la ex presidente negó haber cobrado retornos por la asignación de obras públicas. Dijo sentirse perseguida y pidió una auditoría de su gobierno
Tuvieron que pasar 1.004 días para que Cristina Kirchner volviera a dar una entrevista. En su primer reportaje en casi tres años, la ex mandataria se ocupó de rechazar las acusaciones de corrupción en su contra, criticó las políticas económicas de Cambiemos, denunció una persecución judicial, cuestionó a la oposición y pidió que se haga una auditoría sobre la obra pública de su gobierno.
En el reportaje que concedió a C5N, la ex presidente negó que durante su gestión haya existido un circuito para asignar contratos y obra pública a cambio de retornos que eran enmascarados como alquileres de sus hoteles.
"¿Alguien puede pensar que en un monto de obra pública multimillonario se van a hacer maniobras de corrupción a través del alquiler de uno, dos o tres inmuebles? Son cifras irrisorias", argumentó.
Según dijo, no hay ninguna irregularidad en el hecho de que los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López fueran dos de los contratistas del Estado y al mismo tiempo le pagasen a su familia por el alquiler de sus hoteles. "Son sólo dos contratistas que ni siquiera eran los más importantes", alegó.
Para defenderse, comparó su situación con la de Mauricio Macri: "El señor Presidente le está alquilando su casa al titular de la AFI (NdR: se refiere al director de la Agencia Federal de Inteligencia, Gustavo Arribas), que maneja fondos reservados. ¿Podemos decir que con esos fondos reservados es que le paga?".