Partidarios y opositores del depuesto presidente egipcio Mohammed Morsi se enfrentaron ayer otra vez en El Cairo, tres semanas después del golpe militar que derrocó al líder islamista. Los choques en los últimos dos días ya dejaron un saldo de nueve muertos y más de 30 heridos.

La violencia comenzó antes del amanecer cerca de la Universidad de El Cairo, donde seguidores de Morsi acampan desde el golpe del pasado 3 de julio. Los Hermanos Musulmanes describieron los enfrentamientos como un ataque contra "manifestantes pacíficos", mientras que fuentes policiales dijeron que cientos de seguidores de Morsi se enfrentaron con vendedores ambulantes y vecinos de la zona.

Según el Ministerio de Salud, seis personas murieron en los choques de ayer. "Las fuerzas de seguridad intervinieron para impedir que la situación degenere", agregó.

Con los seguidores de los Hermanos decididos a permanecer en las calles, el derramamiento de sangre es una muestra concreta de la inestabilidad que afronta Egipto, mientras el gobierno interino avanza en una hoja de ruta apoyada por el ejército para la celebración de nuevas elecciones dentro de unos seis meses.

Unas 100 personas murieron en enfrentamientos desde que el ejército depuso a Morsi y lo reemplazó con una administración interina liderada por Adly Mansur, titular de la Corte Constitucional.

Morsi está detenido por los militares en una ubicación desconocida. "Los líderes del golpe siguen aterrorizando a los manifestantes pacíficos en Egipto", señalaron dirigentes de los Hermanos Musulmanes en un comunicado.

La familia del presidente depuesto señaló ayer que demandaría al ejército por tenerlo cautivo sin cargos.