A puro try. Así cerraron Los Pumas su participación en la fase de Grupos de la Copa del Mundo de Rugby. Le apoyaron 9 a Namibia, para redondear la victoria 64-19 y terminar como el equipo más goleador de la primera rueda, con 179. Un envión anímico importante de cara al gran desafío que viene, el duelo del próximo domingo ante Irlanda o Francia por los cuartos de final, el partido más esperado por el seleccionado argentino.

El marcador final expresa la potencia ofensiva que el equipo argentino ha mostrado en este tramo del Mundial, en que marcó más puntos que nadie, consecuencia de la vocación de ataque el cuerpo técnico encabezado por Daniel Hourcade le imprimió desde su llegada. Y, por otra parte, también los errores de manejo cometidos en un partido en el que había poco en juego, ya que los tres tries de Namibia (un record para los africanos) llegaron por pelotas perdidas.

Datos, todos estos, de vital importancia para el entrenador y sus colaboradores, de cara al trabajo de la semana más importante en Inglaterra. Como también lo son las actuaciones individuales de muchos de los jugadores que tuvieron su chance de mostrarse en la jornada de Leicester, y que demostraron que están en condiciones de reclamar más minutos en cancha.

Entre ellos, destacaron los wings Horacio Agulla (elegido Jugador del Partido) y Matías Moroni, imparables para quebrar la línea defensiva rival. Ambos se anotaron con un try en una cuenta que sumó a Montoya, Noguera, Isa, Alemanno, Senatore, Cubelli y Juan Martín Hernández, que volvió tras el desgarro para jugar poco más de 45 minutos como apertura y tomar ritmo para la etapa en que más se lo va a necesitar. 

Con la alineación titular más joven en 16 años, Los Pumas tuvieron la frescura de la juventud pero también sus pecados, cuyo castigo no se sintió como podría sentirse en próximas instancias.

Pero también defensivamente el equipo respondió bien, ya que no fue doblegado en situaciones de ataque rival, sino sorprendido mal parado en jugadas de pelotas perdidas.