El  hallazgo de otras dos cámaras de seguridad privada que habrían registrado de manera mucho más precisa a la última persona que se cree que estuvo con Laura Moyano (35) antes de que fuera asesinada es, a esta altura, lo más sobresaliente de la investigación judicial.

Según confirmaron fuentes con acceso a la causa que instruye la fiscalía de Distrito 4 Turno 4, Liliana Copello, en las últimas horas los comisionados de esa jurisdicción judicial lograron encontrar, en comercios de la Donato Álvarez al 9700, dos cámaras de seguridad privada que registraron a la travesti y a un hombre caminando a metros del lugar donde ella fue hallada asesinada el sábado 25 de julio a la mañana.

Este dato se agrega a una tercera filmación obtenida por una estación de servicios, aunque de mucho menor nitidez a las logradas ahora.

“Con estas nuevas filmaciones se advierte que ella pasa con un hombre y, luego, él regresa solo, ya sin Laura”, confió una de las fuentes.

Cabos sueltos

“Estamos atando cabos sueltos”, respondió otro investigador consultado sobre el estado actual de la causa, a 18 días del asesinato.

¿Qué es lo que hasta ahora se sabe? Que el viernes 24 de julio a la noche, Laura, otra travesti y un hombre llegaron juntos al boliche Santa Diabla, en Villa Allende Parque, lugar del que la víctima y el hombre se retiraron juntos, ya entrada la madrugada.

Para ello, es clave el testimonio de los empleados de ese local nocturno, así como de otras personas de ese entorno.

A las 10 de aquel sábado, y tras un llamado al 101, los policías encontraron a la travesti asesinada en el interior de una construcción abandonada de Donato Álvarez al 9700, entre Villa Allende Parque y Villa Cornú, en el extremo noroeste de la ciudad de Córdoba.

Había sufrido una severa golpiza en el rostro (posiblemente con una piedra) y fue rematada, una vez en el suelo, con una fuerte comprensión en cuello (se estima que el asesino la pisó).

Aunque en un principio se creyó, por el lugar donde fue hallada y por los elementos utilizados para ultimarla, que se había tratado de un homicidio que se desencadenó en el momento, posiblemente en medio de un encuentro sexual, en las últimas horas tomó más fuerza la teoría de que la mataron por algún problema anterior.

No obstante, no trascendieron mayores detalles sobre esto último.

Sí se aclaró que por el momento no existe ningún dato que permita sospechar que se trató de un crimen por “transfobia”, tal como se intentó instalar, desde algunos sectores, al comienzo del caso.

En ese sentido, se recordó que no fue mutilada, algo que había trascendido a 24 horas del crimen.


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