En cada día que pasa crece la impaciencia de José Manuel de la Sota para saber si su rival en las internas presidenciales del frente UNA, Sergio Massa, aceptará debatir al menos una vez más antes del cierre legal de la campaña. La desconfianza en las intenciones del ex intendente de Tigre crece en la misma magnitud y quedó de manifiesto ayer, cuando el gobernador puso su desafío por escrito, en un comunicado: "Hay que cumplir con la palabra", le demandó a Massa.

"Estoy esperando que Sergio conteste y ojalá que esa respuesta sea positiva. Quedamos en debatir tres veces antes de las PASO y hasta ahora sólo hemos hecho un debate. Yo estoy a total disposición, cuando me digan el día y el lugar, voy", dijo el "Gallego" ayer, durante una recorrida que realizó por el sur del conurbano bonaerense junto a su compañera de fórmula, Claudia Rucci, y al candidato a gobernador de UNA, Felipe Solá.

En Tigre indicaron que Massa no tiene intenciones de esquivar la cita y que dará el debate la semana próxima, en Rosario.

El problema, señalan desde Córdoba, es que los canales rosarinos que iban a transmitir el debate, el 3 y 5, le habrían anticipado al equipo de De la Sota que no pueden levantar la programación de los días de semana para televisar el duelo. Les ofrecen, en cambio, transmitirlo este fin de semana.

Los cordobeses temen que Massa use esa excusa sobre la hora para evitar el debate sin pagar el costo político. Y por eso ofrecieron otra alternativa: que si los canales santafecinos no pueden el debate se realice el martes próximo en el programa Plan M, del periodista Maximiliano Montenegro, en Canal 26.

"Massa se está haciendo el zonzo", dicen (aunque en términos menos sutiles). "Si quiere, incluso podemos hacer un debate el fin de semana en Rosario y otro el martes, en el Canal 26. Pero Massa no confirma una cosa ni la otra y nos sigue paseando", mascullan.

De recorrida por Adrogué, San Francisco Solano y Quilmes, De la Sota no sólo prometió ganarle las PASO a Massa, sino convertirlo en ministro de un eventual gabinete presidencial. "Es un joven que tiene proyección", fue el elogio.

Cuando no quiso elogiarlo, recordó que Massa firmó un compromiso para dar tres debates antes de las PASO. Fue en el acto en el que se conformó el frente UNA, el 18 de junio. Sin embargo, luego del primer duelo, picante por las críticas cruzadas, los socios no volvieron a enfrentarse. "Me duele que no se haya hecho, porque hay que cumplir la palabra", insistió ayer De la Sota.

No es la única cuenta sin saldar entre los socios de UNA. En la capital cordobesa, que irá a elecciones el 13 de septiembre, Massa está aliado desde hace un año a Olga Riutort, ex esposa y rival de De la Sota. Riutort se plegó anteayer a la candidatura a intendente del senador Luis Juez, otro enemigo acérrimo del gobernador. Massa intenta por estas horas pasar inadvertido y ni mencionar la palabra Córdoba, al menos hasta las internas presidenciales del 9 de agosto.

"CON LOS PLANES NO SE ROBA"

Lejos de enredarse en esos avatares, Massa visitó ayer la exposición de la Sociedad Rural, en Palermo, junto a su candidato a vicepresidente, el salteño Gustavo Sáenz, y los referentes de su equipo económico y agropecuario (ver en Economía & Negocios).

Sin embargo, su agenda se centró en el proyecto para modificar el sistema de planes sociales, anticipado ayer por LA NACION. La propuesta permite a quien tenga un plan social acceder a un trabajo en blanco sin perder el beneficio, pero deja sin el plan a quienes se nieguen a trabajar o a capacitarse para conseguir un empleo.

"Éste es un tema sensible que no muchos se animan a tocar, pero nosotros no tenemos miedo porque tenemos la responsabilidad de construir una Argentina en la que la cultura del trabajo vuelva a tener centralidad", dijo Massa, que busca diferenciarse a base de propuestas concretas del discurso de Daniel Scioli y Mauricio Macri..(La Nación)