La situación insólita se está viviendo en la pequeña comuna Villa San Isidro, ubicada a unos 25 kilómetros de la ciudad de Alta Gracia, en el departamento Santa María.

La jefa comunal Claudia ­Cuffa (UCR), quien el mes pasado ganó las elecciones y se aseguró su tercer mandato con­secutivo, cerró la comuna, se fue de vacaciones con su familia y sus vecinos sólo puedan verla siguiendo las fotos de su viaje que publica por la red social ­Facebook.

En la puerta del edificio comunal de este pequeño pueblo, los habitantes se toparon con un papel pegado con cinta adhesiva que indica: “Señores vecinos, entre los días 13 y 17 de julio habrá receso administrativo en nuestra comuna, reincorporándonos a las tareas el 20 de julio”. En los hechos, dijeron a este diario los numerosos vecinos que ayer al mediodía se convocaron frente al edificio comunal, la comuna permanece cerrada desde el pasado feriado del jueves 9 de Julio.

Todos los habitantes de la villa que en estos últimos días llegaron ante la comuna para realizar trámites por documentación del Registro Civil, pago de impuestos, carné de conducir, solicitud de servicios de cualquier tipo, se enteraron que ningún trámite podrá realizarse hasta que la jefa comunal regrese de sus vacaciones por el norte argentino.

Por lo menos, el dispensario sigue abierto y la recolección 
de basura continúa, dijeron los vecinos.

En la cuenta de Facebook de la presidenta comunal, contaron los vecinos que la tienen entre sus contactos, se la puede ver disfrutando de su viaje en paisajes de Catamarca y Salta. Su pareja, Alberto Olsina, también sube fotos del viaje a la red social y ayer podía vérselo en compañía de Cuffa en la entrada de la Casa de Tucumán: la foto fue subida el 10 de julio.


El cierre de la comuna ­coincidió con la muerte de 
una ve­cina, Esther Pizarro, cuyos familiares habrían solici­tado el servicio local de ambulancia, sin resultado. La mujer debió ser llevada en un automóvil particular a un centro médico de Alta Gracia, donde falleció. Fue enterrada el pasado martes.

Ante la ausencia de Cuffa la comuna podría haber quedado a cargo de los otros dos miembros del gobierno: el tesorero Francisco de los Ríos o el secretario José Bracamonte.

Ríos ayer fue contactado por teléfono por los vecinos, a quienes les respondió que no puede hacer nada hasta que la jefa comunal regrese. Bracamonte, en tanto, contó a este diario que desde hace dos años no es tenido en cuenta por Cuffa debido a que él es de otro partido, una agrupación vecinalista.

“No me habla más, no me convocó más. Ahora no está bien que se vaya de vacaciones y no deje la comuna abierta. 
La institución tiene que estar abierta para recibir reclamos, cartas documentos, prestar ­servicios, lo que sea que haga falta”.

Cuestionamientos

El cierre sorpresivo de la comuna provocó una catarata de acusaciones contra la jefa comunal, que ayer no pudo ser contactada por teléfono, ni por las cuentas de Facebook que administra para que diera su versión.

Ivana Fedelli Depetris denunció que la última elección comunal, realizada en junio, se hizo con “un padrón absolutamente irregular que incluyó mucha gente que no es de San Isidro, lo que le permitió ganar por apenas 30 votos”.

Para prueba de eso ayer también protestaba frente a la comuna Gabriela Falca, vecina de la localidad San José de la Quintana, quien contó que apareció sorpresivamente en el padrón de San Isidro, lo mismo que otras personas de su pueblo que fueron y votaron irregularmente en la otra comuna.

Otra vecina, Laura Finger, contó que la jefa comunal además de cobrar su sueldo trabaja como contadora en otra comuna, Villa del Prado, y que además contrató a su pareja como empleado en San Isidro.

Esta versión fue corroborada por la exempleada comunal Andrea Varayú, quien agregó que descubrió que ella apareció cinco meses como cobrando sueldo en la comuna Villa del Prado, junto a la pareja de Cuffa, pese a que ella nunca fue empleada allí. Todos los habitantes que ayer se llegaban por la comuna a realizar trámites se encontraban con el cartelito de cierre y debían volver –rumiando la decepción– a sus casas.

Un vocero del Gobierno dijo anoche que se “trata de un problema de alcance comunal”.


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