En el día de cierre de las listas electorales, el precandidato a Presidente por el acuerdo Unidos por una Nueva Argentina y  gobernador de la Provincia de Córdoba lanzó su candidatura presidencial en un acto en el Estadio del Club Atlético Belgrano de Córdoba.




El acto contó con la presencia del candidato a gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, acompañado de su vicegobernador de fórmula, Martín Llaryora.

Una de las propuestas de su campaña es la reducción en un 30% de la presión impositiva, al modificar el Impuesto al Cheque y eliminar el tributo a la ganancia mínima presunta, las retenciones a productores regionales y las que pesan sobre bienes industriales.

Según el sitio oficial de la campaña de De la Sota, se esperaban cerca de 30mil personas para el acto.


 

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El discurso 

​Amigas y Amigos, Compañeros.

Quiero que cada uno de los que están hoy aquí guarde en la memoria esta noche. Cada mujer y cada hombre; cada joven y cada abuelo; cada militante y cada ciudadano. Quiero que ustedes guarden el futuro en la memoria.

Que cada uno de ustedes se acuerde, el día de mañana, cuándo lo vieron nacer. Que digan: fue ése el día. El día que vieron al hombre en el que pocos creían, partir para ser el presidente que, en este momento, necesita la Argentina.

Hasta hace poco tiempo, nadie imaginaba que íbamos a lograr lo que estamos logrando. Cuando me veían con las botas de goma en medio del barro, auxiliando a las víctimas de las terribles inundaciones de febrero, muchos pensaron que nuestra campaña presidencial se había terminado antes de empezar.

Pero ustedes hoy aquí, llenando este enorme estadio, están desmintiendo esas presunciones. Siempre supimos que la cuesta sería empinada para nosotros en esta carrera presidencial, en la que venimos corriendo desde atrás.

Y no son pocos los que en voz baja reconocen que estamos preparados; que tenemos propuestas y equipos; experiencia y fortaleza para conducir mejor que nadie el cambio que nuestro pueblo reclama.

Algunos que lo saben, se preocupan. Otros lo están empezando a ver, y también se preocupan. Buscan disfrazarlo diciendo que ya es tarde, que sólo hay dos candidatos con chances, que el pueblo argentino está muy dividido y confuso como para votar nuestra propuesta de reconciliación y unión nacional. Que nos acostumbraron a la violencia, la pelea y los malos tratos, que tenemos miedo, como ellos.

Son los mismos agoreros que en 1998 decían que no ganaríamos las elecciones en Córdoba, ¡y ganamos!

Que no bajaríamos en un 30% los impuestos, ¡y los bajamos!

Que no les daríamos su primera oportunidad de trabajo a los jóvenes, ¡y más de 130 mil ya la tuvieron!

Que no les devolveríamos el 82% móvil a los jubilados, ¡y se lo devolvimos!

Que no podríamos construir 500 nuevas escuelas, ¡y las estamos terminando!

Que no lograríamos que los alumnos, estudiantes, maestros, profesores y no docentes viajaran gratis a las escuelas, colegios y universidades, ¡y hoy lo hacen con el Boleto Educativo Gratuito!

Que no tendríamos fondos para construir viviendas, nuevos hospitales, hacer autopistas, acueductos, gasoductos, reparar rutas y caminos, llevar energía y agua a los parajes más remotos de Córdoba, ¡y lo hicimos!

O sea, amigas y amigos, estaban equivocados, y se equivocan de nuevo ahora.

Por eso quiero que ustedes se acuerden de esta noche como un hito fundamental, un divisor de aguas en la historia de nuestro futuro. Quiero que se acuerden que estaban aquí la noche en que se preparó el fin de la inflación en Argentina, y también el proceso de recuperación económica que va a llevarnos a veinte años de progreso y prosperidad. Nosotros tenemos ese plan. Nosotros podemos y vamos hacer que suceda.

Los que están aquí ya lo saben por lo que ya hemos hecho. Ahora llegó el momento de que toda la Argentina lo sepa.

Quiero que ustedes se acuerden que estaban aquí cuando se inició el fin de esta vergüenza nacional que es el empleo en negro, que abate a más de un tercio de la población. Porque vamos a acabar con él.

Quiero que se acuerden que estaban aquí cuando dimos los primeros pasos en nuestro camino hacia los cinco millones de nuevos empleos formales. Porque vamos a crear, sí o sí, cinco millones de empleos formales en los próximos cuatro años.

Quiero que ustedes se acuerden de que estuvieron aquí y participaron del nacimiento de un nuevo régimen impositivo, con impuestos más bajos, mejor distribuidos y mejor cobrados. Que ustedes presenciaron la decisión cargada de futuro, que ninguno de los otros líderes pudieron tomar, de lograr la justicia fiscal rebajando los impuestos un 30% en la Nación Argentina. Lo hicimos aquí en Córdoba. Ustedes lo saben. Y lo  vamos a hacer en la Nación.

Amigas y amigos,

Quiero que cada uno de ustedes se acuerde que estuvo presente el día en que esta nación se puso de pie para convertirse en un País Federal en serio. Donde todos los argentinos, porteños y provincianos, seamos ciudadanos de primera categoría, con la mejor calidad de servicios públicos y una justa coparticipación de los impuestos entre todas las provincias argentinas.

Ustedes podrán decir que vieron nacer una nueva manera de tratar a los productores y trabajadores del campo de este país, con respeto y confianza en la importancia y en la capacidad productiva de la Argentina del interior.

En el futuro ustedes podrán decir: estuve ahí, presencié el momento en que arrancó la Ley del Aprendiz, que garantizó el primer empleo a un millón de jóvenes por año. Eso mismo. Un millón al año.

Podrán decir, en el futuro, que estaban ahí la noche en la que las escuelas argentinas se lanzaron hacia la educación del siglo XXI, completamente conectadas con los más modernos medios digitales, en manos del hombre que construyó sólo más de 500 escuelas en Córdoba.

Estaban ahí cuando el narcotráfico empezó a ser contenido en su avance, y vencido, con un cerco hecho de planes coherentes de prevención e inteligencia, en lugar de palabras vacías o arranques de represión. Yo estaba ahí, dirán, junto al presidente que cuidó como nadie antes de la salud de la gente, creando un seguro capaz de cubrir buena atención y medicamentos para los más humildes.

Estaba ahí, dirán, cuando mis hermanos más humildes y desprotegidos, cuando los que no tienen empleo, los jubilados, los discapacitados, dejaron de ser manejados por una política social asistencialista y tuvieron garantizados sus derechos sociales por una Ley de Responsabilidad Social, que fue implementada definitivamente en la Nación.

Hay muchos países con Leyes de Responsabilidad Fiscal o equivalentes, que responsabilizan a los gobernantes por lo que hacen con los recursos materiales de la Nación. Pero una Ley de Responsabilidad Social, que los responsabilice de lo que hacen con la gente, la Argentina será el primer país en el mundo en tenerla. Nosotros vamos a implementarla.

Porque aprendí con Perón, que la verdadera política social, es el reconocimiento de la dignidad de las personas. Y la dignidad de las personas no es un regalo. ¡Es en definitiva, un derecho!

Una de mis primeras medidas en este campo va a ser devolver el PAMI y el ANSES a los jubilados, para que ellos los administren y recuperen el 82% móvil que les robaron. Lo hicimos en Córdoba. Vamos a hacerlo en la Nación.

En el futuro ustedes también podrán decir: estaba ahí cuando el mismo hombre que hizo todo esto implementó un plan de desarrollo nacional que les dio a todos los argentinos oportunidades para aprender, trabajar y producir.

Aprender, trabajar y producir.

Con escuelas técnicas para todos y capacitación profesional; con una economía volcada a las inversiones sanas y productivas; con un Estado compañero de las empresas que crean empleos e invierten en el crecimiento y en la producción y al servicio de los luchadores que quieren crecer, trabajar y producir.

En el futuro ustedes dirán: ahí estaba, yo con mis amigos y mi familia, la noche en la que el Estado argentino empezó a volverse más y más democrático, más y más transparente, más y más soberano, abriéndose, por medio de las nuevas tecnologías, a la participación de todos los ciudadanos.

Un Estado donde todos tendrán la oportunidad de opinar sobre muchas de las decisiones que les afectan más de cerca, sobre la policía, la educación, la salud, el desarrollo de su propia región. Un Estado donde el presidente no tendrá fueros ni privilegios. Donde el presidente les hablará con honradez sobre las soluciones que tenemos por delante.

Donde el presidentelos escuchará y aprenderá de ustedes, incluso cuando no estemos de acuerdo. Donde el presidente nos les dirá sólo lo que quieren oír, sino todo lo que deben saber. Un Estado, al fin, donde el Presidente va a entregar los órganos de control a la oposición, por aquello de que todos somos buenos ¡pero si nos controlan podemos ser mejores!

Yo quiero y voy a ser ése presidente! ¡Yo quiero y yo voy a serlo con el apoyo de ustedes!

De hecho, en el futuro ustedes podrán decir: yo estaba ahí, cuando la Argentina empezó a salir de las crisis periódicas y de las peleas artificiales a las que por décadas sus líderes la vinieron sometiendo en nombre de proyectos personales de poder.

Estaba ahí la noche en que renació el diálogo y la amistad en el disenso. Todo lo que acabo de describir, lo vamos a construir juntos amigas y amigos. No somos meros espectadores del futuro. No lo somos. Somos dueños de nuestro destino aunque a veces no nos demos cuenta de eso. La Argentina no va ni a continuar en la mediocridad  de hoy, ni tampoco  va a volver a un pasado de desdicha.

Porque todos creemos… Y yo Creo…

Creo en la alegría de ser dueños de nuestro propio destino. Creo en la democracia y en la constitución. Creo en el pueblo argentino: sé de lo que es capaz cuando está en juego el futuro de sus hijos. Creo que el país que tenemos adentro es mejor que el que está afuera. Creo en la generosidad de la patria; que si creamos oportunidades para todos no hay límites para dónde las argentinas y los argentinos podemos llegar.

Estimados amigos y amigas,

Estamos aquí porque tenemos ideas para mejorar nuestra vida colectiva. Ideas que son capaces de cambiar para mejor nuestro futuro. De construir, junto a ustedes, un nuevo y más amplio futuro para todos los argentinos. De hecho, estamos aquí para decir: ¡escucha Argentina! Escucha la voz que viene de tu interior y que es tu propia voz.

Es la voz de todos los provincianos que exigimos igualdad y dignidad. Que no haya más hijos de la Capital e hijos del interior. Que la Argentina sea una sola familia que brinde a todos sus hijos las mismas oportunidades.

Estamos aquí para decir: ¡Levántate Argentina!

Sos inmensa como la fuerza de tu pueblo trabajador y no podes contentarte con lo poco que te quieren dar, tanto el oficialismo como la falsa oposición. Por eso estamos aquí para decir: ¡Cambiá Argentina! Llegó la hora de tomar el destino en tus propias manos y mostrarle a esa gente quiénes son, en una democracia, los verdaderos dueños del poder.

Somos nosotros, cada uno y todos juntos. La Argentina no tiene dueño ni señor. Estamos aquí para decir: ¡Progresá Argentina! Depende sólo de nosotros rechazar la mediocridad que nos imponen, dejar atrás las crisis y las peleas, y crecer en nuestro camino de Nación grande bendecida por Dios.

Estamos aquí finalmente para decir: ¡Adelante Argentina! ¡El momento es ahora! ¡El momento de cambio es este! ¡Y es aquí el lugar donde está el corazón de la patria!

¡Adelante, Hermanos! ¡Adelante! ¡El momento ha llegado de hacernos escuchar!

¡Gracias por todo!, ¡Y vamos a vencer!


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