Los geólogas María Belén Pauk y Agustina Siebenthal le dedicaron meses a hacer pruebas en 82 locaciones distribuidas en 12 provincias de la Argentina. Llevaban cinceles y un objetivo por cumplir: conseguir por lo menos una muestra de arena que sirviera para el proceso de fractura hidráulica que YPF realiza en Vaca Muerta, algo que había reclamado la presidenta Cristina Kirchner. "Repsol importaba hasta la arena", había criticado la primera mandataria, poco después de la estatización de la petrolera nacional.

En aquel momento, Cristina Kirchner no advirtió que no estaba reclamando arena ordinaria, sino un elemento caro y sofisticado. De todas maneras, luego de trabajos entre varios equipos, la petrolera compró un yacimiento de arena en Gaiman (Chubut) que responde a las características del recurso que necesita, un insumo que hasta ahora traía desde Estados Unidos, China y Brasil.

Ayer, YPF mostró a la prensa en la planta de Astra Evangelista (empresa que pertenece a la petrolera y está a cargo del desarrollo de la unidad) el diseño piloto que construirá para procesar la arena.

La extracción comenzará en agosto y la planta real se emplazará en Añelo, una localidad ubicada en Neuquén, a las puertas del mayor desarrollo no convencional, en diciembre, según el cronograma de la empresa. De a poco, en 2016 comenzará a sustituir importaciones, y en diciembre del año próximo debería estar en condiciones de autoabastecerse.

"Con la puesta en marcha de este proyecto, procuramos sustituir en el corto plazo la arena importada por un producto nacional de la misma calidad, lo cual permitirá a YPF reducir costos de producción", afirmó Miguel Galuccio, presidente de la petrolera.

Hoy el país compra en el exterior arena para fractura por unos US$ 500 millones, que serán sustituidos y tendrán un efecto positivo sobre la balanza comercial. Además, la fabricación local del insumo reducirá por lo menos un 40% el costo de la arena, siempre según cifras de la compañía. Los planes de YPF sugieren que la fabricación local le permitirá reducir en por lo menos 10% los costos de realización de un pozo. Es una cifra muy importante que toma aún más relevancia por el contexto de precios bajos en el que está el negocio petrolero en el mundo. Para todo eso, YPF invirtió US$ 150 millones.

El proyecto de arenas prevé el desarrollo de una cantera y una planta de clasificación en Chubut. Las instalaciones estarán ubicadas a 120 kilómetros de Trelew, cerca de las localidades de 28 de Julio y Dolavon. La planta tendrá una capacidad de procesamiento anual de 500.000 toneladas. Una vez clasificada, la arena será transportada a través de un sistema logístico integral y multimodal.

El proyecto tiene en el reverso otra ambición del presidente de la empresa. "YPF podrá autoabastecerse e incluso vender este insumo a algunos de nuestros competidores", aseguró Galuccio.. (La nación)