La presidente de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, habló pasado el mediodía ante la 69° Asamblea de las Naciones Unidas y defendió al régimen de Irán y el pacto que selló con el gobierno islámico en el marco de la investigación del ataque terrorista de la AMIA en 1994, la principal mutual judía de Buenos Aires. "Hasta hace poco le decían terroristas, ahora se reúnen con ellos", criticó la mandataria argentina al hacer referencia al encuentro que mantuvo el secretario de Estado norteamericano John Kerry con su par iraní Mohammad Javad Zarif en un hotel de Nueva York.

Kirchner comparó las reuniones paralelas que funcionarios argentinos mantuvieron en secreto con dirigentes del régimen iraní con el encuentro entre Kerry y Zarif en el Waldorf Astoria Hotel de la ciudad norteamericana, para justificar el acercamiento que se realizó en el marco de la investigación del atentado de la AMIA en Buenos Aires.

"Pareció que se desataron los demonios internos y externos. Las instituciones judías que nos habían acompañado se volvieron en contra. Cuando se decide hacer la cooperación nos acusan de complicidad con el Estado de Irán", señaló la Presidente y añadió: "Esta semana nos venimos a enterar que en un emblemático hotel se reúnen el canciller de este país con el iraní. Nos gustaría preguntarles a quienes acusaban a Irán el año pasado de terroristas, qué dirán hoy".

La jefe de Estado manifestó además que "desde las grandes potencias se cambia con demasiada facilidad el concepto de amigo-enemigo, de terroristas. No podemos seguir usando la política internacional para dirimir posiciones de poder".

             

"El derecho de Palestina que no se utilice contra ellos el uso desproporcionado y desmedido que ha provocado la muerte de cientos de niños y mujeres", señaló respecto al conflicto entre Israel y el grupo terrorista de Hamas. En esa línea, Cristina Kirchner reclamó a la Asamblea reconocer a Palestina como "miembro pleno" de las Naciones Unidas.

En el estrado de Naciones Unidas y sin especificar a quién se refería, Cristina Kirchner también planteó dudas respecto al papel de Occidente en Medio Oriente. En tal sentido habló de Al-Qaeda, la "Primavera Árabe" y los terroristas del Estado Islámico. La mandataria se preguntó: "¿De dónde sacan las armas Al-Qaeda y los talibanes? Mi país no fabrica armas". Renglón seguido, cuestionó las revoluciones que se produjeron en algunos países africanos: "Después vino la Primavera Árabe, que resultó ser un otoño y un invierno. Pasaron de luchadores de la libertad a personas que merecían ser encarceladas", sentenció.
 
"Ahora es el ISIS que degüella gente en la televisión en una puesta en escena (de la que) desconfío", concluyó.