Mientras esperan la definición de la Justicia sobre la revisión de su causa, la revista Rolling Stone se sumergió en la actualidad de los músicos, funcionarios y los otros procesados
La herida sigue abierta nueve años después. Y el caso también. Las condenas a los detenidos por la tragedia en el boliche República Cromañón, un incendio que nueve años atrás dejó 194 muertos, están en etapa de revisión y cada uno de los procesados espera la definición desde distintos lugares y bajo diferentes circunstancias.
Según recopila la revista Rolling Stone, los integrantes de Callejeros, la banda que estaba tocando en Cromañón al momento del siniestro, aguardan la nueva sentencia desde el penal de Ezeiza, aunque en distintos pabellones.
El baterista, Eduardo Vázquez, está además acusado por la muerte de su mujer, Wanda Taddei,por lo que está alojado en el H1 junto a otros acusados en causas de homicidio resonantes como Jorge Mangeri y el gremialista José Pedraza. Pato Fontanet tampoco está con sus ex compañeros, sino en el pabellón psiquiátrico, bajo un riguroso tratamiento.
En ese complejo penitenciario también se encuentran, entre la esperanza y la desidia, los ex funcionarios del gobierno de Aníbal Ibarra acusados por la tragedia.
En la cárcel de Marcos Paz, vive a su modo Raúl Villarreal, el encargado de Cromañón y mano derecha de Omar Chabán, quien de vez en cuando revive su pasión por la organización de recitales con las bandas que se forman en el penal. También está allí el ex subcomisario Carlos Díaz, quien no pudo volver a su casa pese a sus problemas de salud y pasa el tiempo tocando la guitarra.