Ubicada sobre la Avenida de Mayo hace que la moda del chocolate continúe. 

La bombonería “A los Holandeses” es una verdadera institución. Fue fundada en 1938 y parece detenida en el tiempo. Desde su fundación hasta 1942 fue de una familia de origen polaco judía. Luego fue comprada por un tío de Asiria Álvarez, quien es la encargada de continuar con esta dulce tradición en pleno centro porteño. 

Asiria, oriunda del pueblo “El Condado” en Asturias, España, dialogó con Gente Necesaria. Ella recuerda el día, que junto a su familia, dejó atrás su querida tierra y emigraron rumbo a Argentina, cuando apenas tenía seis años. 

“El tío Avelino nos estaba esperando en el puerto de Buenos Aires. A los pocos días, mi padre Luis comenzó a ayudarlo en la bombonería con la atención de los clientes”, dijo.

Ya son tres generaciones las que continúan con esta tradición que inició en 1942.

La tienda es pequeña y suele pasar desapercibida. Se esconde entre los cafés, bares y comercios de la concurrida Avenida de Mayo al 826, al frente del Café Tortoni, en barrio Monserrat. Tiene una peculiar vidriera con figuras de chocolates (desde ajedrez, camisas, herramientas, pasando por petacas de licor hasta pelotas de fútbol); latas de bombones con paisajes y flores; cajas con forma de corazón y decenas de peluches (muchos de ellos musicales).

“Según lo que me han contado el nombre es en honor a los Países Bajos que se declararon neutrales al estallar la Segunda Guerra Mundial”, dijo Asiria. 

“Cuando mi tío Avelino, se vino de España trabajó durante muchos años en confiterías y panaderías de Mar del Plata. Hasta que en la década del 40 encontró este pequeño local y compró el fondo de comercio. Mantuvo el nombre original para continuar con la tradición. Ahora vamos por la tercera generación familiar”, recordó.