"Conozco a un montón de hombres que le roban el tapaojeras a sus mujeres cuando nadie los ve." La frase pertenece a Tom Ford, el gran diseñador, impulsor de productos de belleza y fragancias, quien recientemente lanzó junto a Estée Lauder su primera línea de cuidado personal y make- up dirigida íntegramente al público masculino. ¿La razón? "Todo el mundo me decía: Guau, tené s una piel increíble, y mi respuesta era que siempre presté atención al cuidado personal de mi cara", explicó el diseñador durante la presentación de la línea Tom Ford For Men, que consta de un limpiador, una mascarilla, una hidratante, tratamiento de contorno de ojos, de noche, bálsamo labial, gel bronceador y corrector, a precios que oscilarán entre los 25 y 150 dólares. Ford, que se declara fanático del autobronceante, es claro en su mensaje: ¿por qué mostrar poros abiertos, piel pálida o amarillenta y todo tipo de imperfecciones, cuando pueden ser disimuladas con un poco de base casi imperceptible?
 
El grooming o cuidado personal masculino es una tendencia en alza. Cremas de día y de noche, geles, tratamientos, máscaras de belleza y, sobre todo, contorno de ojos para combatir patas de gallo o líneas de expresión forman parte del kit de supervivencia de cualquier hombre moderno. A esta altura de la metrosexualidad viralizada, a pocos les da vergüenza incluir en el canasto de la farmacia una crema antiarrugas de cualquier línea men's expert . Sin embargo hay una barrera que casi nadie se atreve a cruzar: ¿qué hombre tiene el valor de plantarse ante una góndola repleta de bases, brillos, rímeles y tapaojeras, y solicitar el producto que más se adapte a su tono de piel?
 
A modo de experiencia periodística, quien escribe se atrevió a entrar en el stand de cosméticos Dior y solicitó una base fluida para cubrir imperfecciones. La perplejidad de las vendedoras fue evidente. Todo sería más fácil si hubiera al menos una línea de bases y tapa ojeras dedicada al consumidor masculino.
 
En Europa es distinto. Federico Tonizzo Fazio, director de Producción de Eyeworks España, por ejemplo, lleva siempre una base con él. "El Touche Eclat de Yves Saint Laurent es un tapaojeras que te deja como nuevo", dice. Ante la pregunta: "¿En qué situaciones lo usás?", responde: "En muy pocas, no habitualmente. Cuando sé que me van a sacar fotos y no quiero salir ojeroso". En cuanto a los prejuicios a la hora de comprarlo, asegura que en Madrid, ciudad en la que pasa la mayor parte de su tiempo, todavía es un poco raro que un hombre se pare frente a la góndola de cosméticos del Corte Inglés. Aunque a él, asegura, lo tiene sin cuidado la mirada del resto.
 
El prejuicio es quizá la barrera más difícil de sortear a la hora de abordar este tema. John Demsey, presidente de Estée Lauder Cosmetics, explicó durante la presentación del set de Tom Ford que "esta línea está pensada para permitirles a los hombres presentar una mejor versión de sí mismos". Rápidamente hizo la aclaración pertinente sobre la temida falta de masculinidad que acarrea esta arriesgada apuesta: "Quienes están interesados en nuestra nueva categoría de productos se sienten cómodos hablando del tema, porque se trata de una línea de avanzada en el cuidado personal con un par de ítems que contienen beneficios cosméticos para ser usados de una manera muy masculina".
 
Dato importante: los productos Tom Ford For Men estarán dispuestos en góndolas especiales para hombres.
 
En este sentido, a la make- up artist Jimena Lemck le parece genial que los hombres quieran verse bien. "Mi marido usa corrector de ojeras-cuenta-. Se pone un producto que funciona como crema hidratante para contorno de ojos y tiene color para corregir. Se siente más cómodo mirándose al espejo sin esos círculos verdosos." Algo parecido sostiene la maquilladora Bettina Frumboli, quien asegura que hace tiempo viene escuchando a sus amigas decir que maridos y novios "toman cremas prestadas" o encargan otras para el contorno de ojos. "No es casual que ahora algunas marcas internacionales lancen make- up para el género masculino, la oferta consiste en lápices correctores y tapaojeras, que también sirven para granitos o manchitas", explica.
 
Para otras, el gesto de cuidarse puede ser, incluso, seductor. Inés Cufré, vestuarista, alienta el uso de maquillaje entre los hombres porque le parece sexy. Aunque no le prestaría sus pinturas al novio por una cuestión de asepsia, estaría feliz de comprarle alguna base que mejore su aspecto. "Está perfecto que el hombre se cuide, pero el término metrosexual me parece un marketineo semántico deleznable, un oxímoron totalmente evitable. ¡Es peyorativo!", se queja.
 
Metrosexual o no, cualquier hombre puede acceder a estos productos capaces de mejorar el aspecto del rostro, disimular una mala noche, tener buen color sin necesidad de destruir la piel exponiéndola al sol o erradicar -al menos de manera momentánea- unas ojeras que pueden ser genéticas y sólo se tapan con corrector. Para los que vivimos en la Argentina y no tenemos acceso a la fabulosa línea de Tom Ford, no queda otra alternativa que juntar coraje y enfrentarse a la vendedora de cosméticos femeninos. O encargárselo a una buena amiga o novia.
 
LOS ÚLTIMOS LANZAMIENTOS
 

Tom Ford For Men

Bálsamo labial, gel y corrector. La campaña la protagoniza el modelo Juan Betancourt

Jean Paul Gaultier

Monsieur : fluido bronceador, polvo de sol matificante y lápiz corrector de cejas
Menaji

Urban Camouflage : base en barra que reduce ojeras y esconde manchas

Yves Saint Laurent

Touche Eclat for Men : pincel tapaojeras en diferentes tonos


Fuente: lanacion.com.ar