El encuentro lo empezó a ganar Racing a partir de su cóctel de velocidad y agresividad. Y Boca lo empezó a perder a partir de su nula contundencia (Blandi perdió un gol clarísimo a los 11) y las constantes fragilidades defensivas. La Academia encontró el grito a los 20, tras un tiro libre de De Paul que conectaron entre Centurión y Burdisso. Tras la apertura del marcador, el local supo sostener la diferencia y coqueteó con el segundo a los 35, pero Ustari le dijo que no a Fariña. 

A partir de un penal infantil de Burdisso por mano, Racing encontró el camino allanado hacia el segundo gol. Saja no perdonó a Ustari desde los 12 pasos, luego de la aparición del "fantasma" en el campo de juego. La impotencia de Boca se orientó hacia la habilidad de Centurión, quien deleitó con gambetas y se ganó varios golpes. Hasta Bianchi se enfadó con el volante por las supuestas pisadas a modo de cargada. La furia desembocó en el pobre Zuculini, víctima del planchazo de expulsión de Caruzzo. 

El marcador reclamó dos goles más. El Burrito Martínez, en la pobreza de Boca, estrelló un remate en el palo. En tanto, Vietto dibujó una maniobra genial pero se topó con el travesaño. De todas maneras, Racing no necesitó de otro tanto más en el resultado para ratificar la superioridad que exhibió durante casi toda la noche. Una fiesta redonda, mientras el vecino sufre.