La suma entre útiles e indumentaria escolar se incrementa y demanda ingenio para hacer frente a los gastos, que pueden considerarse como una inversión en educación.
Según un comerciante, es común que muchos niños de jardín hereden los guardapolvos de sus hermanos mayores, simplemente modificando el bordado con el nombre, especialmente ahora que muchas escuelas han abandonado su uso y optan por uniformes completos.
El mismo comerciante, Eduardo Acuña, señaló en una entrevista con Radio Río Cuarto que el uso del efectivo está en declive, ya que cada vez más personas prefieren pagar con tarjetas, aplicaciones móviles o transferencias bancarias.
En este contexto, las familias se enfrentan al desafío de afrontar los gastos del inicio escolar. Una madre mencionó que el costo del uniforme completo en el colegio de su hija asciende a unos $60.000.
Además, los docentes también deben equiparse, con un guardapolvo que puede rondar los $19.000, sumado a la vestimenta interior y el calzado necesario.