“Fue un acto de libertad, necesité estar sola y separarme del mundo”, confiesa Diana Méndez a La Vuelta del Perro, desde su rancho a orillas del canal de Beagle, en el extremo este de Puerto Almanza, la localidad más austral de la Argentina y del mundo, a 75 kilómetros al este de Ushuaia. En 2020, decidió separarse de su marido, con quien tenía un restaurante en el pueblo, y navegando por la costa halló un pequeño hueco entre las heladas piedras donde sintió que estaría protegida. 

“Mi única preocupación era el agua”, cuenta. Caminando por el bosque, su amiga oyó un sonido esperanzador. Era una vertiente. El problema estaba solucionado.

Su casa está a 100 metros abajo del camino, tiene un grupo electrógeno para la energía, la calefacción es a leña y usa una garrafa de 10 kilos. Sin ningún servicio argentino, enfrente, canal de por medio, tiene Puerto Williams, la localidad más austral chilena en la isla Navarino; desde allí una antena del país vecino le provee internet. 

“Es una decisión no estar conectada”, aseguró.

Además de armar su rancho en este lugar para iniciar un cambio radical de vida,  Tierra Turismo, prestadora de turismo de Ushuaia la encontró para abrir su cocina a privilegiados comensales que atraviesan caminos extremos para llegar hasta su morada: la experiencia es íntima, muy personal y en cuatro pasos se prueban todos los sabores del Canal y del bosque.

El producto se llama Beagle Foodie Experience, y “Alma Yagan, cocina ancestral” es el nombre que bautizó a su rancho, convertido en uno de los restaurantes más aislados del país. 

La cocina entonces se convierte en un punto de encuentro para comensales que muchas veces no se conocen entre ellos. Hace un menú de cuatro pasos con productos de la pesca artesanal y del bosque. Centolla, centollón, mejillones, cholgas, salmón, róbalo, trucha y sardinas, ninguno de criadero. Salicornia, apio de mar, perejil anisado, zarzaparrilla, calafates y frambuesas. “Lo que hay ese día es con lo que hacemos la comida”, dijo en La Vuelta del Perro.