Durante la madrugada del sábado los inspectores advirtieron presencia de autos y música en Lola Cruz, un espacio adaptado en pandemia para que funcione como restaurante. 

El hecho ocurrió a horas de la sanción por unanimidad de la ordenanza que sanciona con trabajo comunitario “a quienes organicen, faciliten, encubran, participen, difundan o de cualquier otro modo permitan la realización de reuniones o fiestas clandestinas, sean en espacio público o privado”.

“Vamos a poner la constancia de nuestra actuación a disposición del poder judicial porque entendemos que puede haberse cometido un delito como es desobediencia a la autoridad y las normas que se reglamentan para evitar la propagación de la pandemia”, señaló a Radio Río Cuarto el secretario de Gobierno, Eduardo Luis Rodríguez.

Lola Cruz estaba abierto fuera de hora, no se cumplían con las medidas de bioseguridad ni tampoco estaba funcionando para lo que fue habilitado.