Pulpos
Además de ser capaces de adoptar sorprendentes disfraces, los pulpos también son hábiles nadadores. Pueden desplazarse por propulsión a chorro, introduciendo agua en la cavidad de su manto (la región que contiene la cabeza) y expulsándola por un tubo llamado sifón. Pero los pulpos, como el que aparece arriba en el mar Mediterráneo cerca de Ibiza (España) en 2014, no son tan veloces como los calamares, que pueden desplazarse a más de 40 kilómetros por hora.