Al inaugurar este domingo la XI Conferencia de la Organización Mundial del Comercio, Mauricio Macri llamó a resolver los problemas que ponen en riesgo el libre comercio y que aquejan a la organización multilateral que los regula "con más OMC" y "no con menos OMC". Y además, en momentos en que el mundo mira con temor el aislacionismo y el proteccionismo del Estados Unidos de Donald Trump, llamó a cuidar los propios intereses "sin culpar a otros".

En este tren, en la que es la primera conferencia de la OMC en Sudamérica como lo será el en 2018 la cumbre del G20 en Buenos Aires, el Presidente decidió presentarse ante el mundo con un mensaje no individual sino regional. Por eso, en la ceremonia que se llevó a cabo en el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Ciudad de Buenos Aires, Macri se rodeó de los presidentes del Mercosur fundante: el brasileño, Michel Temer; el paraguayo Horacio Cartes; el uruguayo Tabaré Vázquez. Ellos compartieron el escenario con su anfitrión además del director general de la OMC, Roberto Azevedo y la presidente de esta conferencia, Susana Malcorra, ex canciller.

Todos los invitados de Macri dieron un mensaje al mundo en el inicio de esta conferencia que es ministerial y terminará el miércoles 13. Junto a representantes de Chile, Colombia, Guyana, México,Perú y Surinam, los cuatro mercosurianos, en total diez países, firmaron la llamada Declaración de Buenos Aires, que ratificó la "importancia de preservar y defender el sistema multilateral del comercio". A 70 años justo del histórico Acuerdo General Sobre Aranceles y Comercio (el GATT, de 1947), la Declaración se firmó "a fin de promover el comercio basado en reglas, abierto, transparente, inclusivo, no discriminatorio y equitativo, encarnado en la OMC, dotándolo de las herramientas que le permitan afrontar los desafíos del siglo XXI", dijo poco antes el canciller Faurie. Macri fue en ese mismo sentido y llamó a derribar los bloqueos.

Para el Gobierno nacional la reunión que hoy verá sus primeros debates ministeriales sobre temas como pesca, agricultura, comercio electrónico, entre otros, es de suma importancia en varios planos. Uno de ellos tiene que ver con que Macri busca que en esta fecha, el miércoles 13 el Mercosur y la Unión Europea firmen un Acuerdo Político marco sobre libre comercio. A tal punto es de prioridad esta firma que Macri mantuvo una reunión con sus socios del Mercosur al término de su discurso inaugural en el CEC. Allí se rodeó de los ministros Faurie y Francisco Cabrera (Producción) más los secretarios de Estado, Fulvio Pompeo (Asuntos Estratégicos) y Horacio Reyser (Relaciones Económicas Internacionales y negociador nacional). En esa reunión los cuatro presidentes instruyeron a sus equipos negociadores para hacer todos los esfuerzos necesarios en las reuniones que se están llevando a cabo en el Palacio San Martín con los comisarios de Comercio y Agricultura de la UE. para lograr el acuerdo político antes de 2017.

Precisamente en los discursos de los cuatro mercosurianos se hizo evidente el gran problema de la región: el acceso de sus productos a los mercados de los países desarrollados, principal puja en las negociaciones. El uruguayo Tabaré Vázquez dijo que llegaba a la reunión de la OMC con la intención de que los productos agropecuarios de su país lleguen a todo el mundo. El brasileño Michel Temer dijo que el multilateralismo era un sistema que "facilita y amplía el comercio" en pro del bienestar. Pidió una OMC "fuerte y capaz de cumplir su papel" y si bien habló de la la incorporación en la agenda de temas nuevos como la economía digital pidió mantener los antiguos "de extrema importancia", como el comercio agrícola. Cartes fijó como la latente "prioridad" de América Latina "la reforma del comercio agrícola", y consideró que "llegó el momento de alcanzar acuerdos que permitan a países en desarrollo competir en igualdad de condiciones, "sin enfrentar aranceles prohibitivos" o sin tropezar con "barreras invisibles" que representan los "subsidios y ayudas internas realmente discursivas". Hasta la chilena Michelle Bachelet, que no pudo viajar, mandó un mensaje grabado en el que aseguró que la historia demostraba que la apertura comercial traía "crecimiento, bienestar y empleos de calidad".

Buenos Aires amaneció blindada en la zona del bajo. Era muy notoria la presencia de policía federal y gendarmería. Pero el domingo y el sol que ardía como fuego favorecieron la tranquilidad de la zona. Hubo marchas pacíficas sobre ella 9 de Julio. Al mismo tiempo la ciudad se volvió de pronto en una postal cosmopolita con 4000 participantes de 164 países. Se oían los acentos en inglés y francés más exóticos a los ojos de un argentinos, como los de Afganistán, Bangladesh, Nigeria, Kenia y muchos otros. Natasha Niebieskikwiat

Clarin