Según el último relevamiento realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza estructural afecta a casi seis de cada diez chicos en el país.

El indicador multidimensional de la universidad privada alcanza a 7,6 millones de menores, un 58,7% de la población menor de 17 años.
Javier Lucero, periodista de Radio Río Cuarto realizó un informe para la emisora en donde habló con referentes sociales y de la educación de la ciudad que trabajan en sectores marginales de la ciudad.
En los casos consultados se acuerda de la grave situación que viven los sectores más vulnerables de la sociedad, observando que muchos niños tienen hambre y deben dejar el sistema educativo para ir a trabajar.

Barrio Obrero la lucha desde la educación



Cecilia Baigorria, directora de la Escuela Quechalén, habló con Micrófono Abierto acerca de los resultados preocupantes de que un 60% de los niños están por debajo de la línea de la pobreza, de acuerdo a los datos brindados por la UCA.

Cecilia Baigorria fue crítica con el estado de situación actual, “hay que tener en cuenta que pobreza es igual a vulneración de derechos, que son los bienes para poder construir dignidad. La mitad de niños y jóvenes no pueden vivir dignamente, acceder a la vivienda, a la educación,  la salud, hay un aumento de demanda por alimentación, por vestimenta. Los chicos nos dicen que tienen hambre, nos preocupa la forma de cuánto comen  y cuánto piden, manifiestan tener frío, sus casas se llueven. Hay un nivel de deterioro dramático en la vida de nuestros niños, que nos preocupa y se deberían activar políticas públicas en este momento de tanto sufrimiento social”.

La directora de la Escuela Quechalén dijo que hay chicos que dejan los colegios para trabajar, “los que el año pasado dejaron no volvieron, a pesar de establecer redes de contención, no los hemos podido sostener, hay jóvenes que están saliendo en los carros y va en aumento”.

Baigorria manifestó sentir una profunda frustración frente a todo lo que se está viviendo y por ello se trabaja con otras instituciones sociales, “pensamos en proyectos comunitarios que fortalezcan el tema de la alimentación, como huertas,  vamos a solicitar el PAICOR, porque más de la mitad de nuestros estudiantes necesitan comer en la escuela porque no acceden a una alimentación mínima en sus casas”.

En Barrio Obrero no hay comedores abiertos para todos los jóvenes y esto es una preocupación para quienes llevan adelante la escuela, porque de acuerdo a los dichos de su directora “la escuela no es prioridad ni para la familia, ni para jóvenes porque tienen que pensar en estrategias de sobrevivencia”.

Baigorria rescató que desde lo local hay asistencia social desde el gobierno, “podemos dar cuenta que hay cierta intencionalidad de acompañar y asistir a las familias,  pero los recursos son insuficientes porque las familias que necesitan asistencia ha aumentando exponencialmente. Hemos tenido respuestas cuando activamos nuestras redes interinstitucionales al menos a nivel local, a nivel nacional es más preocupante hay familias que han perdido pensiones, se han quedado sin trabajo y se recrudece esta situación, no están alcanzando las posibilidades de consumo y acceso las familias”.

El Colegio Quechalén surgió en 2008 y cuenta con 100 alumnos, el mismo nace fruto de la necesidad de garantizar el derecho a la educación, que es clave para garantizar otros derechos. “Este espacio social y comunitario ha sido importante para que muchos jóvenes terminen el secundario y nuestros primeros egresados han sido los primeros miembros de las familias que han terminado el secundario”.

Barrio Oncativo duplicó la asistencia en el Merendero

Hugo Alaniz, responsable de un merendero de Barrio Oncativo dialogó con Radio Río Cuarto acerca de la preocupante situación que se vive en el sector.



“La verdad es que de cada 10 papás, 3 tienen un trabajo estable, con suerte, y el resto está a la buena de Dios” manifestó Hugo, quien contó que entre las principales necesidades que se observan en los niños es el alimento, el calzado y la ropa.

“Los chicos se acercan por la gran necesidad que existe. Con las vacaciones los nenes se acercan más, antes de abrir nos esperan” cuenta este referente social quien dijo que se ha duplicado la cantidad de pequeños que asisten al merendero.

“Vienen 65 chicos, han aumentado mucho, hemos pedido una olla para hacer más leche porque se ha duplicado la cantidad de chicos y cada día se agregan más, las edades van de 3 a 13 aproximadamente”.