De los 200 kilómetros de la ruta que une a las dos más grandes ciudades de la provincia, su transformación como autovía tiene hoy habilitados 159,4 kilómetros, que representan el 79,5 por ciento de todo el recorrido. El dato surge de un relevamiento realizado por La Voz sobre la ruta nacional 36 en toda su extensión.

Desde Vialidad Provincial, se indicó la semana pasada que la autovía registra un avance de obra cercano al 90 por ciento, aunque ese cómputo agrega el grado de trabajo en tramos aún no habilitados con los cuatro carriles de circulación.

La recorrida realizada días atrás constató que los dos principales sectores pendientes son el tramo entre Elena y Berrotarán, que incluye el desvío que evite el paso por la zona urbana de la primera localidad. Se trata de 24,3 kilómetros, que representan el 12 por ciento del total, pero que se observan con un avance de obra evidente.

El mayor “by pass”

Más atrasado, aparece el más complejo y costoso de los nueve desvíos, que esquivará a la ciudad de Almafuerte rodeando por el oeste al lago Piedras Moras. Ese by pass tendrá 12 kilómetros (tres menos que los 15 de la actual traza por la ciudad) y será –según anticipó Vialidad– el último tramo en concluirse.

“Para ese desvío, la obra vial está en un 80 por ciento ejecutada pero tenemos dos puentes sobre el lago Piedras Moras, uno por cada mano, de casi 200 metros cada uno, que llevan más tiempo”, señaló Osvaldo Vottero, titular de Vialidad. Más avanzado, sobre ese nuevo tramo, está otro puente doble pero de menor envergadura sobre el arroyo Soconcho.

Ese desvío suma además un nudo vial, en construcción, en el cruce de la ruta 36 con la provincial E63 (que une Almafuerte con Embalse). Allí, la autovía correrá por debajo, y la otra ruta, que conecta con el valle de Calamuchita, lo hará en forma sobreelevada.
De los siete mil millones de pesos que ahora la Provincia estima que costará la autovía, el desvío sobre Almafuerte representa más de mil millones.

También está pendiente un enlace a la altura de Despeñaderos, donde se construye ahora la segunda trocha de un nuevo puente para evitar, de ida y vuelta, el tránsito por esa localidad.

No todo lo habilitado es ruta nueva. En buena parte, para una de las manos se aprovechó el trazado antiguo, por lo que se observan tramos en los que el asfalto presenta deterioros, falta de pintura demarcatoria o la subsistencia de las viejas demarcaciones, que generan confusión. Se observa esa situación, por ejemplo, en el tramo que va de Despeñaderos a Córdoba, donde en los últimos días se vieron máquinas corrigiendo algunos de los defectos a la vista.

A fin de año

“El compromiso es que antes de finalizar 2017 quede totalmente conectada por autovía Córdoba con Río Cuarto”, ratificó Vottero.
También ese mismo plazo ratificó para la obra adicionada, y en ejecución, que transforma también en autovía de cuatro carriles al tramo de 10 kilómetros de ruta 6 entre las ciudades de Almafuerte y Río Tercero. Así, esta ciudad quedará unida por autovía con la ruta 36.

LA VOZ