La fiscal Susana Alonso comenzó las primeras medidas de prueba en su investigación sobre el trágico recital del "Indio" Solari en Olavarría en el que murieron dos personas.

Alonso le solicitó al juez allanar el hotel Santa Rosa donde se alojó el músico y también las oficinas la productora En Vivo S.A, organizadora del evento, oriunda de Tandil.

La funcionaria judicial fue en busca de documentación "de todo tipo" y con el objetivo de determinar cuántas entradas se vendieron.

El hotel es el mismo donde ayer Alonso le tomó declaración testimonial al Indio Solari. 

La principal hipótesis de la fiscal es que hubo un desborde de gente ya que el predio tenía una capacidad para 200 mil personas y se estima que ingresaron más de 300 mil.

Alonso ya contó que le tomó declaración a varios de los asistentes y le dijeron que salieron después de la primera canción porque "no se podía estar".

Otro punto que deberá aclararse es que la intendencia de Olavarría, a cargo de Ezequiel Galli, había acordado ser la "fiadora" o garante de la productora y que se comprometía a proveer recursos.

Todo esto se agiganta cuando se tiene en cuenta que la organización pagó apenas 300 mil pesos por el alquiler del predio y que las medidas de seguridad y salud no estaban cubiertas con una recaudación de, al menos, 10 millones de dólares al cambio del día de hoy (200 mil entradas x $800 el ticket= $160 millones).