El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sufrió un duro revés tras firmar un decreto contra el ingreso de inmigrantes de origen musulmán: dos jueces les dieron paso libre a quienes hayan llegado con un visado válido.

Así, la jueza de Nueva York Ann Donnelly frenó las deportaciones de los ciudadanos que estaban detenidos en aeropuertos a raíz del decreto presidencial.

Del mismo modo, un juez de Virginia permitió el acceso de ciudadanos con la "Tarjeta Verde" o "Green Card", es decir, con derecho de residencia.

El viernes, Trump había suspendido el programa de admisión de refugiados de Estados Unidos, que es uno de los más ambiciosos del mundo en materia de recepción de víctimas de los conflictos. El texto oficial también había dispuesto que no podían entrar al país personas de países musulmanes.