China anunció proyectos de enviar sondas a Júpiter y la cara oculta de la Luna como parte de su objetivo de tener uno de los tres programas espaciales más importantes para 2030, anunció el director adjunto del programa espacial.

En ocasión de divulgar un informe técnico que establece la doctrina espacial de China para los próximos cinco años, Wu Yanhua, administrador adjunto de la Administración Espacial Nacional de China, dijo que ‘por primera vez China se declara a sí misma una potencia espacial‘.

El documento establece una serie de objetivos y cronogramas ambiciosos a la vez que China se propone estar a la vanguardia de la exploración espacial, habiendo dirigido su primera misión tripulada al espacio apenas en 2003.

Según dicho documento, para 2018, China planea "lograr el primer aterrizaje suave [del país] en la cara oculta de la Luna", la primera vez que un objetivo como este se hace público. En 2013, China aterrizó un rover en la Luna que envió imágenes panorámicas impresionantes de su superficie.

El informe técnico enumeraba ‘exploración de asteroides, exploración del sistema de Júpiter y exploración de sobrevuelo planetario‘ como objetivos principales del espacio profundo. Los expertos dijeron que esta fue la primera vez que China había hablado oficialmente del sondeo de los satélites de Júpiter, la cara oculta de la Luna o explorar asteroides.

Pero agregaron que si bien el ritmo del avance espacial de China ha sido frenético, el país aún debe conseguir su lugar junto a los líderes del mundo: la agencia espacial NASA de Estados Unidos, Agencia Espacial Federal Rusa (Roscosmos) y la Agencia Espacial Europea.

‘China actualmente tiene algunos proyectos espaciales en marcha, pero en términos de la calidad de los proyectos, seguimos a la zaga de otras grandes potencias‘, sostuvo Jiao Weixin, profesor de la Facultad de Ciencias de la Tierra y Espaciales de la Universidad de Pekín.

En agosto, China divulgó imágenes de una sonda y un rover que el país planea enviar a Marte para 2020. El mes pasado, dos astronautas volvieron de una estadía de un mes abordo de la estación espacial experimental china Tiangong-2, la sexta misión del país y la de tripulación más extensa. En seis años, empezaría a operar una estación espacial con tripulación permanente.

Wu reveló que la misión de Júpiter tendría lugar dentro de los próximos 10 a 15 años y ‘está en pleno debate‘. Dijo que parte del esfuerzo sería financiado por el sector privado e incluso invitó la inversión extranjera en investigación y desarrollo para el programa espacial de China, que tradicionalmente ha sido una de las áreas de tecnología más delicadas y cerradas a financiación externa.

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