"Tener un bebé implica dejar de ser adolescente, volvernos adultos para cuidar al bebé. Tenés que estar pendiente de las cosas del bebé más que de vos mismo” (varón, 15 años).

“Hay partes lindas y partes feas. Es feo porque te limita en todo; es otra responsabilidad. Tenés que tomar responsabilidades de una persona de 25 o 30 años cuando tenés 16” (mujer, 16).

Estos testimonios –recogidos por docentes de la carrera de especialización en adolescencia de la Facultad de Filosofía y Humanidades y la de Psicología de la UNC, en talleres sobre embarazo para adolescentes– evidencian el cimbronazo que implica tener un hijo en esa etapa de la vida.

Y, sin embargo, siguen siendo demasiados los chicos de esa edad que viven esa experiencia, tanto en Córdoba como en el país.
El 9,5 por ciento de todos los nacimientos que se registraron en 2015 en la capital provincial corresponden a madres hasta 20 años, de acuerdo con los últimos datos disponibles en la Secretaría de Salud municipal.

Esto significa que alrededor de dos mil chicas menores de 20 años (1.943 en 2015 y 2.068 en 2014) se convierten en madres en la ciudad de Córdoba cada año. Y de ellas, en 2015, 31 fueron menores de 15 años (1,6 por ciento).

Estos datos corresponden a los nacidos vivos de madres con residencia en Córdoba inscriptos en el Registro Civil Municipal, según precisó el secretario de Salud capitalino, Gabriel Acevedo, quien puntualizó que incluyen entre el 85 y el 88 por ciento del total de nacimientos en Capital.

En la provincia, a su vez, las mamás adolescentes representan el 13,4 por ciento de los nacimientos, en tanto que en el promedio nacional el porcentaje es aún más alto y llega al 15 por ciento, según las estadísticas vitales correspondientes a 2014.

De allí surge que en la provincia fueron casi ocho mil (7.959), 171 tienen hasta 14 años inclusive. En el país, entretanto, trepan casi a 117 mil, de las cuales tres mil tienen hasta 14 años inclusive.

Con más riesgo

Acevedo advierte que el embarazo adolescente, y más aún mientras más temprana es la edad en la que ocurre, conlleva un riesgo sociosanitario aumentado para la madre y en especial para el bebé, y por esa razón no es deseable.

“El bebé tiene mayor riesgo de nacer con bajo peso, y también en lo que hace a la mortalidad”, señala.

En la Capital, de hecho, el 13,8 por ciento del total de los niños menores de 1 año que murieron en 2015 eran hijos de mamás adolescentes.

“Pero la complejidad del tema difiere si el embarazo ocurre entre los 10 y los 14 años, cuando además puede haber riesgo para la salud materna, o después de esa edad, y en particular si se da después de la finalización del secundario”, indica.

En la ciudad de Córdoba, el 62,7 por ciento de los nacimientos de madres menores de 20 años (1.218), corresponde a adolescentes de 18 y 19 años.

En tal sentido, el funcionario –además, titular de Medicina Preventiva y Social en la UNC– señala que en el caso de los que se registran a edades más tempranas, se debe considerar que la totalidad son embarazos no deseados. Ello, a diferencia de lo que ocurre en la adolescencia tardía, en especial en los sectores más vulnerables donde tener un hijo es, para muchas adolescentes, un proyecto de vida que les da un lugar en el mundo que antes no tenían.

Factores culturales

Además, según señala la psicóloga Griselda Cardozo, “si bien la maternidad en la adolescencia suele constituir una experiencia inesperada y conflictiva para los jóvenes y su entorno familiar, en muchos casos el embarazo no implica una situación de tensión ni de conflicto, sino que es aceptada por la pareja y las familias”.

El peso de estos factores culturales es, a criterio de Acevedo, una de las razones por las cuales es difícil reducir este indicador, que en la Capital sólo se redujo de 9,7 a 9,5 entre 2014 y 2015.

“En ese contexto, las acciones que se encaran desde el municipio apuntan a prevenir el embarazo adolescente, sobre todo en las edades más tempranas, y a tratar de brindarles acompañamiento y facilitar el acceso tanto a consejería como a controles durante la gestación”, afirma.

Ecógrafos y consultorios móviles y sistema de turnos protegidos, asegura el funcionario, son algunas de las iniciativas que se llevan adelante, así como la profundización de la labor en el programa de salud adolescente, cuyo principal eje es la salud sexual y reproductiva, y la disponibilidad de preservativos gratis en todos los dispensarios de la ciudad.

En esta estrategia, el acceso a los métodos anticonceptivos en el marco del Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva es esencial, si bien desde comienzos de este año la provisión no ha sido continua desde el Ministerio de Salud de la Nación, por lo que la Municipalidad destinó tres millones de pesos a comprar anticonceptivos orales.

Además, la Nación también dejó de mandar los implantes subdérmicos destinados a evitar los segundos embarazos adolescentes, de los que en 2015 se colocaron los 120 que llegaron y para los que hay lista de espera. “Tenemos un especial interés en la continuidad del programa y en la provisión de los insumos”, dijo Acevedo.

Talleres de preparto 

La Municipalidad de Córdoba realiza esta actividad en la Casa Warma Wasi (Mendoza 386) los martes de 10 a 12; en Parque Educativo Sur (barrio Congreso) y en la DEM Oeste (Benito Soria) los miércoles de 10 a 12; en el CPC Pueyrredón los jueves de 9 a 11, entre otros lugares. La actividad es gratuita
 
Dos mil en Capital y unos 8.000 en la provincia
 
En la ciudad de Córdoba: El 9,5 por ciento de todos los nacimientos que se registraron en 2015 en la capital provincial corresponden a madres de hasta 20 años. 
 
En la provincia: En 2014, fueron hijos de mamás adolescentes el 13,4 por ciento de los bebés que nacieron. 
 
En el país: Llega al 15 por ciento la proporción de las madres adolescentes sobre el total, según las estadísticas vitales correspondientes a 2014.


(Marcela Fernández y Mariana Otero / La Voz)