El miércoles había comenzado para Ivana con un desayuno y con una charla trivial con su madre en su casa de Las Tapias, en Traslasierra. Terminó de la peor manera: con gritos, los golpes de su padre con un hierro y un intento de femicidio.
En el Instituto del Quemado de Córdoba, Ivana cuenta ahora el drama vivido, mientras aguarda la recuperación de su madre, quien se encuentra en coma inducido tras sufrir golpes en la cabeza, quemaduras en su rostro y en sus manos y una afectación considerable de sus vías aéreas.
El episodio ocurrió en la zona del viejo camino a Chuchiras. Allí está la casa de Antonia Aguirre (58). Enfrente vive su expareja, Eduardo Altarmirano (71), sobre quien pesaba una orden de restricción de contacto por un hecho de violencia anterior. En las cercanías viven sus hijos.
"Yo estaba en el baño cuando escuché sus gritos. Salgo corriendo y lo veo a mi papá que le estaba pegando con un fierro en la cabeza", contó Ivana a Mitre Córdoba.
Ella también sufrió algunos golpes y quemaduras en sus manos, porque cuando su padre le prendió fuego a su madre, ella la auxilió como pudo. 
Olor a nafta
"Primero forcejeo con mi papá para quitarle el fierro. Me pega, me caigo, como pude me vuelvo a levantar. Sigo forcejeando...Le sentí a mi mamá el olor a nafta y entonces calculé lo que iba a hacer mi papá. Le dije a mi mamá: si podés levantarte, tratá de correr, pero ya vi que ella no se podía levantar", contó.
El agresor volvió a golpear a su hija y le prendió fuego a Antonia, que yacía indefensa. Ivana hizo lo que tuvo al alcance para ayudarla. "Le eché tierra, arena, como pude, apagamos el fuego".
El hombre seguía ahí. "Estaba decidido a matarla. 'Dame el fierro y yo la voy a matar. Si te ponés en el medio te voy a matar a vos', decía. Después nos auxilió un vecino que justo llegó y llamó a la Policía", dijo Ivana.
Poco después, el hermano de Ivana encontró a Altamirano ahorcado en un árbol. 
En grave estado
Domingo Ríos, jefe de servicio del Instituto del Quemado del Hospital Córdoba, dijo que la afectación que sufrió Antonia en sus vías respiratorias es la situación más complicada que enfrenta.
"Se encuentra en coma farmacológico barbitúrico inducido. La superficie quemada es del por ciento en cara y manos, pero al estar afectadas las vías respiratorias se ensombrece su pronóstico. Es grave", dijo Ríos.