La organización del próximo torneo es otra de las atribuciones que tiene el Comité de Regularización. Abortada la mentada Superliga, al menos demorada un año su creación, se definió que el formato será un certamen largo, de 30 fechas, con una que será exclusiva de clásicos. A la espera de la confirmación, el inicio será el 19 de agosto y el 11 de diciembre se producirá el primer corte; se reanudará el 12 de febrero y finalizará el 4 de junio. No habrá jornada entresemana; habrá cuatro descensos y dos equipos ascenderán de la primera B Nacional, y a las copas internacionales se clasificará por una tabla de la temporada: del primero al cuarto ingresarán en la Copa Libertadores; del 5to al 10mo, en la Copa Sudamericana.

Atado a la organización está el nuevo escenario de licitación del fútbol. Con la ratificación de la carta de ayer del Gobierno, lo que resta conocer es cómo será la salida de este esquema del contrato con el Estado y la llegada de un privado. El Comité de Regularización, el Gobierno y el privado, que podría ser Turner en sociedad con TRISA, decidirán los futuros pasos. El Gobierno espera que se mantenga la gratuidad hasta 2019 y así cumplir con la promesa de campaña, mientras que los privados quieren que sea una transición hasta fin de año, pero que a partir de 2017 el negocio quede librado al mercado de comercialización.



(Fernando Czyz / La Nación)