La carrera por la presidencia de Perú se puso el domingo al rojo vivo con los candidatos de centroderecha Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski trabados en un empate técnico, mostraron tres sondeos a boca de urna.

La contienda era tan cerrada como se esperaba: aunque dos de las tres bocas de urna difundidas por la televisión mostraban un liderazgo de Kuczynski, la tercera proyectaba una victoria de Fujimori. En ambos casos los puntos de diferencia entre los candidatos cabían dentro del margen de error de los sondeos.

Con este escenario, los peruanos tendrán que armarse de paciencia y esperar los resultados oficiales para saber quién tomará las riendas del país minero. Estaba previsto que las autoridades electorales comiencen a divulgarlos a partir de las 21 (hora local).

A pesar de todo, en los dos equipos de campaña festejaban lo que cada bando consideraba una victoria.

Kuczynski, un veterano ex ministro de Economía de 77 años, había ganado terreno en las preferencias en las últimas semanas frente a la hija mayor del ex presidente Alberto Fujimori.

En su segundo intento por convertirse en la primera presidenta de Perú, Fujimori se ha distanciado de su padre, que cumple una condena de 25 años por corrupción y abusos a los derechos humanos pero es recordado por muchos como el hombre que acabó con la guerrilla de izquierda y sentó las bases del crecimiento económico.

Ambos candidatos han prometido continuar con las políticas de libre mercado que se introdujeron en el gobierno del ex mandatario Fujimori y que se mantuvieron en los tres gobiernos democráticos sucesivos en el país minero.

Kuczynski es visto por muchos como la última oportunidad de impedir que un Fujimori vuelva al poder, ante los recuerdos de autoritarismo que dejó el ex presidente. Sin embargo, el entorno de la candidata de 41 años asegura que quiere limpiar su apellido.