Una ciudad que se encuentra con falencias en la pavimentación y problemas de bacheos genera complicaciones al momento de circular por las calles. Si a eso le sumamos que en ocasiones las señalizaciones no son adecuadas -o no hay-, la situación se agrava. Y si a eso también le agregamos lo que origina un día de diluvios y lluvias, el combo puede ser difícil de sortear.  

Muchos ciudadanos mostraron su descontento ante la realidad de algunas calles de Río Cuarto, no solo porque en diferentes sectores hay infinidad de pozos que impiden un tránsito apropiado, sino porque estas zonas tampoco están señalizadas correctamente.

¿Qué termina sucediendo? Lo que le ocurrió a varios vecinos de la ciudad, quienes terminaron con sus automóviles atascados porque había baches “ocultos” por la cantidad de agua que deja la lluvia y no los evitaron porque ninguna señal indicaba que por ese lugar no se debía circular.

Podemos citar la esquina de las calles Paunero y Maipu, la cual tiene un importante pozo tapado por el agua y un auto quedó encajado, a tal punto que debió ser “tirado” por otro vehículo para poder salir. Otro ejemplo del mismo sector surgió cuando un ciudadano quedó atascado con su camioneta y necesitó del auxilió de un vecino para poder retirarla.  

En un principio el dilema no parece tan complejo. Se llama a la grúa o se busca a alguien que colabore para tirar del vehículo atascado y sacarlo del pozo, pero las complicaciones pueden ser mayores. Un simple daño material en el rodado también es una consecuencia que no debería presentar gran preocupación, pero si a largo plazo el dilema no se soluciona y genera posibles accidentes, esto dejaría de ser una banal anécdota. De todos modos, Río Cuarto tiene planes de bacheo. ¿Son suficientes?

 

Informe16 – LV16.com