Perros y gatos conviven en el hogar, pero sin un cuidado especial pueden transmitir enfermedades zoonóticas a los seres humanos.  La doctora Ana Laura Vasquetto explicó que es muy sencillo hacer prevención y cuidar la salud de los animales y de sus dueños.

Los animales domésticos tienen el hábito de lamer su propio cuerpo, y al acariciar un animal se corre el riesgo de contraer parásitos gastrointestinales, por ejemplo, explicó la doctora. Para evitarlo, es importante tener el hábito de lavarse las manos después de tocar a las mascotas. Pero la clave, está en realizar la desparasitación cada dos o tres meses.

Las pulgas son otro vector de un parásito. Si los animales duermen en la cama con sus dueños pueden contagiar los parásitos que transmiten las pulgas o las garrapatas. Además, la doctora recomienda que por una cuestión de dominancia el animal debe entender que la cama no es su lugar, es el lugar del líder de la casa.

Al ser consultada sobre la relación entre los niños y las mascotas, Vasquetto explicó que en la relación de los niños con los animales, éstos aprenden a ser responsables y adquieren valores. Entienden que una mascota no es un juguete, sino que es un ser vivo que los va a acompañar por el resto de su vida y que necesita una atención especial.