Es una muerte que le perseguirá el resto de su existencia, una misteriosa desaparición de la que por fin ha decidido hablar a sus 86 años, casi 35 años después de que se ahogara la que fuera su mujer. Robert Wagner ha roto su silencio al respecto en una entrevista con la revista People, admitiendo el dolor que le produjo el final prematuro de Natalie Wood.

"Estábamos todos destrozados por la pérdida, y nos estábamos apoyando el uno en el otro", indicó el actor retirado desde hace años del mundo del entretenimiento. "Es algo que te tomas paso a paso y que esperas que vaya mejorando".

Es un dolor que ha ido mitigando con el tiempo. Lo que no ha cambiado es su versión de los hechos sucedidos en noviembre de 1981, navegando en un barco junto a Wood y su buen amigo Christopher Walken. Wagner admitió en su libro 'Pieces of my Heart', publicado en 2009, que sintió celos de Walken esa noche y que tuvo una fuerte discusión com ambos.

La actriz, después de haber bebido bastante, decidió retirarse a su camarote y nunca más volvió a ser vista por su marido hasta que apareció flotando en el mar a altas horas de la madrugada, cerca de la isla Catalina, en la costa de Los Angeles. Pese a que Wagner se declaró inocente en todo momento, ha sido señalado por algunos familiares de la actriz y por el capitán del barco como el culpable de la muerte de la estrella de cine.

En un principio, la muerte de la protagonista de 'West Side Story' se consideró como un ahogamiento en aguas del Pacífico de forma oficial, aunque años después, en 2012, se reabrió el caso después de que se encontraran golpes y magulladuras en el cuerpo de la actriz antes de caer al agua.

Wagner fue interrogado de nuevo pero el caso quedó en nada, dando por hecho que nunca se sabrá a ciencia exacta cómo terminó Wood en el agua a sus 43 años. El actor pidió entonces que le dejaran tranquilo y que no quería rememorar semejante experiencia, aunque ahora haya vuelto a referirse a uno los puntos de inflexión de su existencia.

El Mundo