Cuando la cosa empezaba a ponerse oscura y la desconfianza en el equipo ganaba terreno, dos triunfos muy importantes le cambiaron el ánimo a San Lorenzo en el campeonato de Primera División. ¿Y en la Copa Libertadores? Allí el Ciclón no ha ganado tras cuatro fechas y está complicado, por eso el partido de hoy, a las 21.45 ante Toluca en México, por el Grupo 6, será una especie de final para el equipo que conduce Pablo Guede.

La reacción experimentada ante Belgrano (perdía 2-0, se impuso 3-2) y la gran victoria obtenida sobre Godoy Cruz en Mendoza tuvieron un múltiple y positivo efecto. San Lorenzo demostró que estaba vivo, se acercó a la lucha por la punta en la Zona 1 del torneo argentino y le agregó una dosis de calma y otra de optimismo a su presente. Los resultados favorables desactivaron la bronca, el desaliento y las críticas, pero luego del repunte evidenciado en la competencia local, el deseo de ir por la clasificación a los octavos de final de la Libertadores también se apuntó en la cargada agenda azulgrana.San Lorenzo debutó perdiendo contra Liga de Quito en la altura de la capital ecuatoriana y después acumuló tres empates consecutivos, dos con Gremio y el restante frente al propio Toluca en Buenos Aires. Lejos de los mexicanos, que mandan con 10 unidades, y a dos puntos del escolta, Gremio, la necesidad de ganar hoy es concreta para este Ciclón que luce recuperado, pero que no se conforma con un par de alegrías, sino que va por más, para tratar de acomodarse también en la Copa. 

La altura (2.600 metros sobre el nivel del mar) será un escollo adicional frente a Toluca, que únicamente resignó puntos en la visita al Nuevo Gasómetro y que de ese modo se aseguró por anticipado la clasificación para la siguiente ronda. En los dos capítulos que faltan, los mexicanos intentarán terminar en el primer lugar, pero además se convertirán en jueces del desenlace del grupo, donde Gremio, San Lorenzo y Liga de Quito buscarán la segunda plaza.