Al día siguiente de la publicación de Amoris Laetitia (La alegría del amor), su segunda exhortación apostólica sobre la familia, en la que sentenció que "nadie puede ser condenado para siempre", el Papa le dio ayer un "significativo abrazo" a un grupo de 50 ex prostitutas y transexuales oriundos de diez países.

Francisco saludó cálidamente a este grupo de víctimas de la trata, que son ayudadas por la asociación Rabbuní, dirigida por el sacerdote Daniele Simonazzi en Reggio Emilia, en el centro de Italia , al término de la audiencia jubilar que tuvo lugar en la Plaza San Pedro.

"También las mujeres obligadas a prostituirse tienen algo lindo para compartir y para presentar al Papa. Tienen ganas de rezar con él, sobre todo por sus hijos", explicaron voceros del grupo a L'Osservatore Romano, el diario de la Santa Sede, al destacar la presencia de varios chicos. Desde su fundación, en 1995, Rabbuní rescató de la calle a mujeres y transexuales, la gran mayoría extranjeros, nigerianos, albaneses, rumanos, que se prostituían a lo largo de una ruta de Reggio Emilia.

Limosna

En una mañana nublada, en su catequesis el Papa habló de la limosna, un aspecto esencial de la misericordia. "En efecto, el término «limosna» significa «misericordia» y tiene muchos modos de manifestarse", explicó. "En la Sagrada Escritura, Dios nos muestra su atención especial por los pobres y nos pide que no sólo nos acordemos de ellos, sino que los ayudemos con alegría", agregó.

En este marco, Francisco destacó que no es la apariencia lo que vale, sino la capacidad de detenerse para mirarle la cara a la persona que pide ayuda.

"Cada uno de nosotros puede preguntarse: «¿Yo soy capaz de pararme a mirar a la cara, mirar a los ojos, a la persona que me está pidiendo ayuda? ¿Soy capaz?»".

En ese mismo momento, el Vaticano anunció que el Papa hará dos viajes a la región del Cáucaso en los próximos meses. Visitará Armenia del 24 al 26 de junio y Georgia y Azerbaiján del 30 de septiembre al 2 de octubre. Al ser consultado si Francisco incluirá Nagorno-Karabaj, el enclave armenio en Azerbaiyán que está en disputa desde hace años, el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, contestó: "Yo sólo comunico que habrá dos viajes, a Armenia, y a Georgia y Azerbaiján. Por el momento no hay más".

Francisco viajará a Armenia un año después del primer centenario del inicio del genocidio, en 1915. En ocasión de ese aniversario, en abril del año pasado, el Papa celebró una misa en la Basílica de San Pedro en la que reconoció explícitamente el genocidio armenio como el primero del siglo XX, lo que desató una crisis diplomática con Turquía.