De las tablas a la televisión. Empezó en el circo Rodas como bailarina y tras presentarse a varias audiciones comenzó a hacer teatro, hasta que finalmente "le picó el bicho de la actuación" y se dedicó a la ficción donde dio sus primeros pasos en La tribuna de Nico.

Una vez involucrada en la televisión, Laura Oliva se convirtió en una de las mejores humoristas argentinas con mucho histrionismo y ocurrencias. Actualmente está en el musical con Ni con perros ni con chicos en el teatro Nacional Cervantes hasta mayo, y luego encarará una gira por el interior del país.

"Con la tele me descubrí graciosa", admitió en diálogo con De Caño Vale Doble porRadio 10 y prosiguió: "A los que hacemos humor nos exigen estar arriba todo el tiempo y cuando no es así la gente se desilusiona muchísimo".

Sin embargo, se sinceró y expresó que no se definiría a sí misma como alguien "gracioso" y abrió el paraguas: "No voy por la calle riéndome y diciendo cosas ocurrentes. Desilusiono".

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