Fuentes oficiales confirmaron esta tarde el hallazgo sin vida de Yamila Candela Garay (21) en Huerta Grande. La joven faltaba en su hogar desde la tarde del domingo pasado.

El jefe de la departamental Punilla, Guillermo Cortés, confirmó esta tarde que se trataría de un caso de violencia de género y por el hecho está detenido el novio de la joven.

"Se trató de un hecho de violencia de género. Fue encontrada en Huerta Grande durante un rastrillaje. Está detenido un joven de 28 años de edad quien va a ser imputado de homicidio agravado por violencia de género", dijo a Mitre Córdoba.

Vecinos de La Falda habían organizado una marcha para las 18 en la Diagonal San Martín de la localidad de La Falda.

El fiscal Martín Bertone confirmó el hallazgo del cuerpo y la detención del novio de la víctima. "Ha sido un hecho que refleja la violencia que ha desplegado un hombre hacia una mujer. No hemos tomado contacto con él, le estamos notificando de la acusación, tendrá la posibilidad de defenderse en la indagatoria", indicó a Cadena 3.

Sin pertenencias

Yamila había quedado sola en casa de sus padres el domingo por la tarde y al regresar sus familiares no se encontraba en el domicilio, por lo que creen que podría haber ido a visitar a alguna amiga. Sin embargo, la sospecha comenzó al notar que Yamila dejó en el hogar su celular, su DNI y su motocicleta.

Ayer lunes tampoco se presentó a su trabajo, por lo que familiares, amigos y vecinos organizaron una marcha para reclamar por su aparición.

La investigación sobre el paradero de Yamila recayó en la fiscalía de Cosquín, a cargo de Martín Bertone. 

Allegados a Yamila habían iniciado una campaña en las redes sociales para que personas que puedan haber la visto aporten datos que ayuden a encontrarla.

Trabajaba en La Falda

Yamila vivía sola en una vivienda ubicada al frente del predio donde su hermano, a los fondos, tenía su casa en la que habita con su familia. Era empleada de una agencia de quiniela ubicada en la Terminal de Ómnibus de La Falda y estudiante del profesorado Ensac de la escuela Arturo Capdevila de esa vecina ciudad. 

La Voz