an cerca de las 8 de la noche y mientras sus padres disfrutaban del agasajo organizado por el Gobierno en el Centro Cultural Kirchner, Malia y Sasha Obama tuvieron agenda propia. Las hijas del presidente de Estados Unidos fueron a comer a Olaya, un exclusivo restaurante en Palermo de cocina fusión peruano-japonesa.

Las chicas estuvieron acompañadas por su inseparable abuela, Marian Robinson, y miembros de la embajada, además de una extensa comitiva de seguridad. La comitiva eligió una mesa en el fondo del restaurante y degustó de una variedad de platos que incluyeron langostinos, pulpo, mariscos, salmón y de postre de brownie tibio de chocolate.

Mientras adentro del restaurante la velada transcurría con total normalidad y ninguna reserva fue cancelada por la presencia de la comitiva oficial que trajo el presidente de Estados Unidos, afuera el barrio se vio convulsionado.[Click aqui]Muchos vecinos coparon los alrededores esperando poder obtener algún registro de la particular visita en pleno Palermo Hollywood que se encontraba con mayor movimiento de cara al fin de semana largo.

Cerca de las 23 y en medio de un gran despliegue de seguridad, las Obama abordaron una de las camionetas con patente diplomática y rápidamente desaparecieron del radar de los curiosos que las esperaron por casi tres horas en la puerta del restaurante en Humbold y Gorriti.

La Nación