"Comparto el dolor de la comunidad europea frente a la cadena de atentados que esta mañana dejó decenas de muertos y heridos en Bruselas", sostuvo el mandatario a través de las redes sociales.

Además, el jefe de Estado expresó su repudio ante "estos sangrientos ataques" y que "ratificó una vez más nuestro compromiso de cooperar en el desafío de la lucha contra el terrorismo".

El ataque implicó detonaciones de bomba y se produjo en dos puntos de la capital belga. Una de las explosiones ocurrió en la terminal del aeropuerto de Zaventem, mientras que la segunda tuvo lugar en la estación de subterráneo cercana a las sedes de la Unión Europea en el centro de la ciudad.

La cifras oficiales de muertos crecen minuto a minuto, habiendo al menos 11 personas fallecidas en la terminal área y otras 15 en la estación de subte. Hay centenares de heridos por ambas explosiones.

Así, la crisis internacional por el atentado en Bruselas coincidió inesperadamente con la visita al país del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en lo que será la primera cumbre bilateral entre ambos países después de 20 años.

A raíz de las explosiones en Bélgica y la llegada del mandatario norteamericano, el Gobierno elevó el alerta de seguridad, por lo que se espera que los operativos para la protección del jefe de Estado sean aún más herméticos y férreos a cómo se habían planificado.