La discusión sobre la actitud de los cracks del Barça acapara hoy la discusión en las radios, los noticieros de televisión y los medios digitales de España, por encima incluso de las interminables negociaciones políticas para designar al próximo presidente del gobierno. El asombro y los elogios por la inesperada definición se mezclaban con un aire incómodo entre los propios compañeros de Messi, Suárez y Neymar -a quien iba dirigido en verdad el toque de Messi-. Andrés Iniesta, el capitán, sintió la necesidad de defenderlos: "No es una falta de respeto. No es habitual, pero se puede ejecutar así".



Gary Lineker se enojó con los que se quejan. "Es raro que tanta gente piensa que fue irrespetuoso el penal de Messi a Suárez. ¿Irrespetuoso con quién? Fue divertido.

Los rivales habían asumido el golpe con hidalguía. Eduardo Berizzo, DT del Celta, minimizó la discusión, aunque dejó sentada la queja por "ciertos códigos que cuando se rompen algunos pueden interpretar como falta de respeto". El defensor argentino Gustavo Cabral, capitán del equipo, se desahogó un poco más: "Es raro, porque no se ve muy a menudo. Y es verdad que molesta un poco".

En los medios españoles se acumularon las encuestas online para tomar la temperatura del público sobre lo que muchos llaman apresuradamente "la jugada del año". La Cadena Ser registró una clara victoria para la opción "genialidad" (78%) por sobre "provocación" (22%). Entre los lectores del diario madrileño ABC triunfó por escaso margen la consideración de que fue un "recurso de lujo" (52,8%) y no una "falta de respeto" (47,2%). Muy distinto fue el resultado en Vigo. El diario El Faro -el más importante de la ciudad- preguntó a los hinchas del Celta si les había molestado o no la forma en que Messi pateó el penal cuando el partido ya iba 3-1 y faltaban menos de 10 minutos: el 63% respondió que sí.


Opiniones parecidas desbordaron Twitter -donde Messi fue trending topic desde el momento mismo del gol-. Los fanáticos del Real Madrid encabezaron las críticas a Messi y a Suárez. En cambio, entre los periodistas deportivos españoles la balanza se inclinó casi sin dudas hacia el aplauso y el recuerdo del "homenaje" a Johan Cruyff, artífice de una jugada similar 35 años atrás.

"La infrecuencia de la jugada no la convierte en ofensiva. La convierte en imaginativa", escribió Santiago Segurola, adjunto a la dirección del diario Marca, en un artículo titulado "Nueve razones para defender el penalti histórico de Messi". El director de As, Alfredo Relaño, destacó que el argentino "cambió su gol 300 (en la Liga) por un lujazo" y sostiene que la jugada fue "la guinda de una noche que ensalzó la belleza del fútbol y la eficacia del tridente culé".

"Cuesta creer que haya que justificar el ingenio", opinó José Sámano, en El País. "Lejos de gozar una acción cósmica, del penúltimo testamento de Messi, resulta que de forma instantánea se reproducen los debates sobre si fue o no una irrespetuosa moña burlona. El mero planteamiento ya es delirante".

Alrededor de Europa se reprodujo la discusión. La Gazzetta dello Sport, en Italia, se pregunta si estamos ante "una genialidad o una humillación inútil", ya que patear así un penal puede ser considerado irrespetuoso por el oponente. Bild, de Alemania, también plantea el debate sobre si el argentino fue "arrogante o genial", pero parece decantarse por lo segundo al hablar del "truco increíble" que terminó en el gol de Suárez. Con menos dudas, el londinense The Guardian destaca: "Extraordinario cuarto gol, un penalti falso que probablemente verás repetido varias veces". Y The Mirror se suma al coro de elogios: "Messi es el mejor de todos los tiempos, tanto que puede compartir un penal para asistir a un compañero y regalarle un triplete".

En su cuenta de Twitter, el mítico goleador inglés Gary Lineker se enojó con los que se quejan. "Es raro que tanta gente piensa que fue irrespetuoso el penal de Messi a Suárez. ¿Irrespetuoso con quién? Fue divertido. El fútbol debe ser diversión y entretenimiento".

La repercusión del "penal indirecto" fue más allá del debate sobre su dimensión ética. Neymar sorprendió al contar que habían ensayado la jugada durante la semana. Cuando el árbitro cobró la falta, él se acercó a Messi y le preguntó: "¿Lo hacemos?", como captaron las cámaras del canal español Cuatro. En ese momento, Luis Enrique, técnico del Barça, desconocía las intenciones de sus delanteros. Un asistente se acercó cinco segundos antes para avisarle lo que tramaban. Su cara de asombro fue un cuadro.

Finalmente Messi rozó la pelota hacia su derecha y Suárez se anticipó a Neymar, a quien iba dirigido el pase. Acaso lo pensaron como un antídoto contra su reciente mala racha desde los 12 pasos. "Era para mí. Pero el Gordo fue más rápido y lo hizo él", se río el brasileño..