La relativa calma que se mantuvo hasta ayer en el acampe de Tupac Amaru en la plaza central de Jujuy se interrumpió. Hubo golpes, gritos y empujones con la policía local poco después de que el ministro de Seguridad, Ekel Meyer, y la ministra de Desarrollo Humano, Ada Galfré, se acercaran a los manifestantes paranotificarlos de las órdenes de la Justicia jujeña para que comiencen a desalojar la zona.

A regañadientes, los seguidores de la líder de la agrupación, Milagro Sala , aceptaron levantar las carpas que interrumpían el tránsito sobre las calles que rodean la casa de gobierno provincial, aunque el rechazo de abandonar la plaza se mantiene. En estos momentos las calles ya están liberadas y los autos circulan con normalidad tras varios días de corte.

"Nosotros recibimos estos papeles, pero nos hubiera gustado que en vez de fallos judiciales fueran propuestas de trabajo", le dijo al ministro uno de los asambleístas, lo que generó aplausos y cánticos ensordecedores.

En tanto, en línea con lo que se habló en una de las asambleas de ayer en la plaza, ya comenzaron a llegar algunas agrupaciones sociales al centro de la ciudad en apoyo a la medida de fuerza.

Mientras, Sala permanece en huelga de hambre y detenida en la Comisaría de la Mujer Nº 49 de esta ciudad, a la espera de la decisión del juez Gastón Mercau ante el reclamo de excarcelación de sus abogados.