Es una de las imágenes de la tragedia de París: una mujer colgada de una de las ventanas de la sala Bataclan mientras dentro los yihadistas disparan sin interrupción. "Estoy embarazada", gritaba al tiempo que Sébastien, desde el interior del edificio, tira de ella para ponerla a salvo. Debajo, decenas de personas corren de un lado a otro huyendo del horror.

El video se convirtió rápidamente en viral. Ambos protagonistas sobrevivieron a los ataques y unos días después, ya con la calma recuperada, han vuelto a ponerse en contacto.

La familia y los amigos de la mujer iniciaron una campaña a través de las redes sociales que ha permitido que ella y su héroe se hayan puesto en contacto.

"La mujer embarazada que visteis en el video quiere encontrar al hombre que la salvó. Sólo para decirle gracias. Si conocéis su nombre o una manera de contactar con él, escribidme por Twitter o por mail", escribió uno de sus amigos en la red social.

Cientos de personas compartieron el tuit y la llamada surtió efecto. "Gracias al anuncio en Twitter, el hermano del hombre que la ayudó se puso en contacto conmigo por correo. Comprobé que se trataba de la persona correcta y mi amiga y él intercambiaron sus números", explicó el amigo, Frans Torreele, a la versión francesa de The Huffington Post. Tanto ella como su bebé se encuentran en buen estado, según ha declarado a la misma publicación.

Tanto la mujer embarazada como Sébastien se han puesto en contacto, pero prefieren mantener la discreción.

'Me arrastré sobre muertos y heridos'

Sébastien, sin embargo, sí ha querido contar su experiencia de la fatídica noche parisina en el digital LaProvence. Su testimonio habla de una sala llena de cadáveres y heridos por los suelos, de gritos y disparos indiscriminados y de un intento desesperado por escapar de las balas.

"Escuché que había una puerta de emergencia detrás del escenario. Me arrastré sobre muertos y heridos para llegar hasta allí. Mi ropa estaba llena de sangre", asegura.

"En el momento en el que uno de ellos se puso a recargar el arma aproveché para escapar tras el escenario, pero en vez de la salida de emergencia encontré unas escaleras. Subí y me encontré frente a dos ventanas, de una de ellas colgaba una mujer embarazada que estaba pidiendo a la gente de abajo que la cogiesen si saltaba. Abajo todo era un caos. Pasé por la otra ventana y me aferré a una tubería durante 5 minutos. Después la mujer, que estaba agotada, me pidió que le ayudara a volver al interior, y así lo hice".

Los yihadistas en Bataclan tomaron después a decenas de rehenes. Sébastien entre ellos. "Nos dijeron: 'Estamos aquí para haceros sentir lo mismo que los inocentes que sufren en Siria", relata a la publicación. Después de unos minutos de angustia y de la entrada de los bomberos para rescatar a los rehenes heridos, Sébastien detalla los "minutos más largos" de su vida durante el momento en el que le apuntaban con un Kalashnikov. "Pasé por todos los sentimientos, de la esperanza a la aceptación de la muerte".

En ese momento, los agentes entraron en la sala y lanzaron dos granadas de aturdimiento, una de ellas a sus pies. "Era el momento de escapar, me dije, pero caí al suelo. El resto de rehenes pasaron por encima de mí, pero fue el dolor más feliz de mi vida. 'Estoy protegido', pensé".