No deja de sorprender, no para de crecer. Y en su primer torneo como miembro del PGA Tour , alzó el trofeo. Emiliano Grillo está destinado hacer historia: se llevó el Frys.Com y se aseguró dos años más de continuidad en el máximo circuito, después de imponerse al norteamericano Kevin Na en el segundo hoyo de desempate. Pero no solo eso: en 2016 jugará el Masters de Augusta, el PGA Championship, el The Players (considerado una suerte de quinto Major) y el torneo de campeones de Hawaii, en enero próximo. Todos los beneficios a los 23 años.

El chaqueño, que había arrancado la última vuelta a dos golpes del norteamericano Brendan Steele, aprovechó los altibajos del provisional puntero y enseguida se metió en la pelea en lo más alto del tablero; llego a liderar, luego varios empataron en la vanguardia. Finalmente, los 69 golpes (-3) de la última vuelta y el total de 273 (-15) lo llevaron al playoff con Na, que había arremetido con cuatro birdies en los últimos cinco hoyos.


En el primer hoyo del desempate, Grillo tuvo una oportunidad inmejorable de rematar su trabajo, pero desperdició un sencillo putt para birdie de menos de un metro. No lo podía creer. Ahí mismo le volvieron los recuerdos de un putt similar que lo privó de ganar en Puerto Rico. Y en el segundo hoyo de playoff, que también se disputó en el par 5 del 18, cayó en el bunker tras la salida, mientras que su rival acertó el fairway. Sin embargo, Na se complicó con un segundo tiro muy desviado con el driver y se vio obligado a ejecutar un tercer impacto con la dificultad de un árbol que le complicaba el vuelo de la pelota. Su aproximación al hoyo se hizo tortuosa; tuvo que tirar para par, al tiempo que Grillo no sufrió inconvenientes para salir de la arena y se dejó una chance de birdie luego de su tercer tiro. Y entonces sí, después de aquel sinsabor, embocó para firmar 4 golpes en ese último capítulo.

El rubio de ojos celestes se tomó desquite de su mala puntería en el mismo torneo, levantó la copa y ahora sueña con seguir quebrando barreras. Hoy, el futuro es suyo, un tesoro incalculable.Por Gastón Saiz