La institución “Vecinal Industrial” decidió premiar a Rosa Arias con el fundamento de que su historia “es una historia de años de lucha, una historia de muchas lágrimas, viajes y profundo dolor”.

La vecinal industrial reconoce con el premio “Molino” a diferentes personas de la ciudad que ayuda a otras sin nada a cambio. Este reconocimiento se trata de dar uno por mes.  

Es por eso que alusión a la incansable búsqueda de su hijo, presuntamente atropellado por un móvil policial en 1991, pero que hasta hoy es un hecho impune. Los restos de Ale aparecieron en un baldío el 2 de julio de 2008, Rosa recibió la distinción.

Ante la distinción con “El Molino” Rosa dijo: “me siento bien, porque la gente nunca se ha olvidado”.

La madre que busca incansablemente justicia por su hijo  hizo alusión a los despiste que recibió cuando buscaba a Ale, “yo siempre quise saber lo que pasó, la cusas para mí no se ha prescrito”.

También compartió el sentimiento del caso Sabena: “Lo que pasa algo es algo muy feo, no saber donde esta, es muy feo”.

Concluyo dando un mensaje de fe: “Yo tengo Fe de que se va hacer justicia”.


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