La memoria argentina es de corto plazo. Así como en enero de 2014 -cuando ya muchos disfrutaban de sus vacaciones- el Gobierno devaluó más de 20%, algunos consumidores vuelven a creer que este verano podrían volver las sorpresas.

Las dudas no sólo responden a una intuición o a la experiencia, sino también a los fríos números. Como informó ayer LA NACION, mientras el peso colombiano se depreció 55,5%; el mexicano, 25%; el chileno, 12%, y en el último mes China devaluó el yuan 2,3%, el peso argentino se revaluó 11%. El atraso cambiario es una realidad. A eso se suma una brecha y varias cotizaciones que permiten aprovechar lo que se percibe como un "dólar barato".

En ese contexto, que suma opciones de muchas cuotas con tarjeta y a veces en pesos, julio mostró la variación interanual más elevada del año (24,3%) de turistas argentinos viajando al exterior y el número absoluto más alto de no residentes en el extranjero desde 2009, último dato disponible en el Indec. De acuerdo con el informe de Evolución del Turismo Internacional (ETI) publicado ayer, durante julio 602.000 turistas argentinos armaron las valijas y aprovecharon para irse a otro país.

Por otro lado, el gasto en dólares de los locales en el exterior también marcó un nuevo récord anual. De acuerdo con la información oficial, en ese mes se desembolsaron US$ 308,3 millones, 34% más que en el mismo período del año pasado. Se trató también una marca que marca un techo en el año y de una mala noticia para el Gobierno, que busca cuidar las escasas reservas en dólares.

"La Argentina esta carísima", calificó Tomás Ryan, ex presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (Aaavyt). La misma información oficial confirmó su descripción. Según la ETI del Indec, el turismo receptivo (los extranjeros que visitan en país) reflejó en julio una caída de 4,3% y acumuló su quinta baja consecutiva en el año. Los turistas provenientes del exterior también se pusieron más ahorrativos: gastaron en julio US$ 211,4 millones (0,6% menos que un año atrás). Los desembolsos de los extranjeros en el país vienen retrocediendo desde marzo pasado.

"En la actualidad hay una gran cantidad de planes de pago a largo plazo y en pesos, y todos apuestan a una devaluación", afirmó el empresario del sector. "El dólar tarjeta lo aprovechan todos los que pueden. Incluso hay algunas empresas que, con las tarjetas corporativas, devuelven al empleado el 35% de retención de ganancias como premio", contó.

Justamente, la consultora Elypsis calculó en su informe mensual distribuido ayer a los medios que el stock de créditos en dólares con tarjetas de crédito, que subió desde el inicio del corralito cambiario, no muestra señales de desaceleración.

"Hasta el 28 de agosto, el promedio de los últimos 30 días se ubicó en US$ 379 millones, el registro más alto desde que se aplicó el impuesto de 35% como anticipo de ganancias, un 48% por encima del monto promedio del mismo período del año pasado y a tan solo 10% del máximo observado para ese mes en el 2013, cuando todavía el anticipo a las ganancias era de tan solo 20% y no del 35%, como lo es hoy en día", estimó la consultora privada. "Éste es el correlato del atraso cambiario", explicó Luciano Cohan, economista de Elypsis. "Está pasando algo parecido a lo que ocurría en 2013 cuando la gente, como anticipo de la devaluación, adelantaba sus vacaciones y las compras de paquetes turísticos", agregó.

En el sector ya lo descuentan. Si bien no empezó la temporada alta de compras de pasajes y paquetes, el ritmo de consultas y pedidos de cotizaciones para viajar al exterior ya subió más de 50% respecto de lo que pasaba el año pasado.