El candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, refuerza el rol de su esposa, Karina Rabolini, como una suerte de representante diplomática para intentar acercamientos con peronistas no kirchneristas. Ayer estuvo en Córdoba, donde insistió en que el bonaerense está hablando con todos los gobernadores, incluido el electo Juan Schiaretti.

Antes de las PASO Rabolini se reunió con el puntano Alberto Rodríguez Saá en una de sus oficinas. Ella difundió la foto en su cuenta de Twitter y él salió a desmentir que hubieran hablado de un posible acuerdo político. Una situación similar se produjo con José Manuel de la Sota, a quien cruzó en San Juan. "Ojalá en el futuro trabajemos juntos", le dijo Rabolini. El cordobés le respondió que estaba "alejado" de Scioli.

Ayer llegó a Córdoba en una gira por distintas provincias en la que, a pedido de Scioli, está "agradeciendo" a la gente el "acompañamiento y el apoyo que le dieron" en las PASO. Aunque a la ciudad de Córdoba le faltan dos semanas para elegir nuevo intendente, no se reunió con ninguno de los candidatos cercanos al kirchnerismo.

Rabolini dijo que seguirá trabajando con instituciones sociales, que es el área en la que se siente más cómoda. Insistió en que si su marido llega a la Presidencia, ella no tendrá un rol político, aunque estará en un lugar donde "ayudar". Ayer estuvo en la capital y hoy en San Francisco, donde se reunirá con el obispo y después hará un té con unas 200 mujeres.

Al poco tiempo de que Schiaretti fue electo gobernador, Scioli le dedicó un guiño en un spot en el que aseguraba que, si es presidente, trabajarán conjuntamente. Rabolini siguió con esa línea, tocando de manera indirecta, el enfrentamiento que la provincia y la Nación tienen hace siete años. Comenzó en la crisis del campo, cuando Schiaretti avaló la posición de los productores, y nunca más se reencauzó.

"Córdoba necesita volver a integrarse, como muchas otras cosas necesitan integrarse en la Argentina. Daniel es una persona que puede integrar a todos. De hecho, ahora está hablando con todos los gobernadores, entre ellos Schiaretti, con quien tiene una muy buena relación", enfatizó Rabolini.

Cada vez que se refiere a su relación con los posibles presidentes, Schiaretti sostiene que tiene "buena relación" con todos y que está convencido de que, sea quien sea el que suceda a Cristina Kirchner, hay posibilidades de que los vínculos con la Nación se normalicen.

En su recorrida, Rabolini insistió en que la gente "no quiere cambios bruscos".. (La Nación)