La soja presentó los menores valores desde 2009, u$s 317 dólares por tonelada, hoy se recupera u$s 5,00 en el mercado nocturno pero no alcanzas para restituir las esperanzas de los productores, ni la expectativas de los especuladores para empezar a comprar. Las condiciones climáticas y la incertidumbre económica a nivel global son las principales causas de estos valores y sin noticias fundamentales de peso o señales técnicas claras que sugieran subas tendremos que seguir esperando para ver una recuperación.

Luego de jornadas con grandes bajas en las bolsas, ayer los índices económicos americanos mejoraron, sin embargo las medidas económicas tomadas por el gobierno Chino no alcanzan para frenar las caídas de las bolsas asiáticas. Un yuan débil hace presumir que China intentará reemplazar la demanda doméstica de productos por exportaciones, una forma de reactivar la economía que pone en jaque la economía de los países emergentes que basan su crecimiento en exportaciones de productos, básicamente los alimentos que habitualmente China compra, y hace preocupar a los que hacen exportaciones industriales por la pérdida de competividad de los productos que provienen del gigante asiático.

Cuando la segunda economía del mundo toma este tipo de medidas no podemos esperar otra cosa que acciones tendientes a proteger la actividad económica por el resto de los países. La primera que vemos son los intentos de devaluar la moneda, al mismo en la misma medida para no perder el tren del crecimiento.

Para sintetizar todo parece que se alinearon todas las variables para mantener los precios bajos, a las presunciones de mayor oferta, porque por ahora son solo proyecciones las producciones americanas, se agrega la devaluación de la moneda del principal importador de soja, China representa el 70 % de las compras de exportación.

Los fondos de inversión que se encuentran presentes en los futuros de materias primas, no solo granos, también petróleo, metales preciosos, monedas, indicies, y materias primas se ven obligados a desarmar posiciones en un mercado en donde todos los activos bajan para poder mantener la liquidez de sus carteras en un mercado fuertemente apalancado donde solo se integran garantías para poder operar que en promedio representan el 10 % del valor del producto operado. Ante el hecho consumado, las bajas aparecen las ventas de productores que por temor a nuevas bajas prefieren vender la mercadería. Solo puede frenar este comportamiento las compras de oportunidad de algunos operadores que piensen que estos valores tan bajos son el momento propicio para comprar, sin embargo para que esto ocurre hace falta un disparador, una noticia que afirme los precios o un indicador técnico que resulte tan evidente que motive nuevas compras. Esa es la señal que espera el mercado para que proporcione alivio y detenga esta brusca caída que impacta de lleno en los bolsillos de los productores y afecta a las economías regionales de manera directa.