Mientras nos preparábamos para recibir un informe del USDA que pusiera de manifiesto las dificultades en la emergencia de los cultivos de maíz y soja, nos encontramos con un documento que no solo no redujo las estimaciones de producción del país del norte en la medida que los pronósticos de los estimadores privados esperaban, es también el de mayor diferencia con respecto a las estimaciones particulares en los últimos años, sin tener en cuenta problemas climáticos como inundaciones o sequias que afectaron el veinte por ciento de la superficie agrícola en Estados Unidos, la disminución del paquete tecnológico por los bajos precios de los granos, o el elevado ritmo de exportaciones. Cuesta creer el informe, pero es la guía que al mercado le indica cual es el camino a seguir.

                Ante la noticia los fondos de inversión que tenían posiciones compradas esperando una suba en las cotizaciones de los granos, vendieron contratos provocando bajas en los precios de los granos.

                Mucho se rumorea sobre la certeza de los datos volcados en el informe porque las condiciones climáticas no fueron las óptimas para la implantación y desarrollo de los cultivos, no obstantes eso el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) muestra una abultada oferta “potencial” de mercadería. La única realidad es que el mercado acepta como válidos estos guarismos y actúa en consecuencia. El organismo siempre actúa con prudencia y presenta un informe moderado en Agosto, tomando los analistas y operadores del mercado como cierta esta información que otra vez decidieron creerle.

                Para colmo de males la devaluación de la moneda china, principal importador de soja, pone freno a los impulsos alcistas, ahora necesitan más yuanes para comprar la misma cantidad de soja medida en dólares y confirma la desaceleración del crecimiento de China, potencial amenaza para los mercados de commodities.

                Los actores más rápidos en el mercado son los fondos de inversión que quieren a toda costa mantener la rentabilidad de sus carteras. Con la confirmación desarmaron posiciones compradas sin importarles demasiados las pérdidas.

                Este coctel de noticias bajistas destruyo las esperanzas de una pronta recuperación de los precios, y otra vez la realidad nos hace reflexionar de lo importante que son las coberturas, haciéndose imprescindibles en escenarios donde los precios pueden bajar.

                El error en nuestra apreciación, debo reconocer que esperábamos mejores precios para esta semana, nos pone un elevado costo de aprendizaje y nos indica que es imprescindible planificar nuestras ventas de granos, cuando los precios suben tratar de ponerle precio, seguir un método de fijaciones y tomar coberturas al alza si somos optimistas en nuestro análisis, porque a pesar que actuar de esta forma tiene un costo, siempre resulta conveniente que vender en época de pánico preocupados por temor a nuevas bajas.

                Si trabajamos con coberturas el sacrificio lo hacemos resignando parte de nuestra utilidad, sin embargo muchas veces las menores cotizaciones nos hacen entran en zona de quebrantos, es decir que nosotros somos consientes donde estamos dispuesto a realizar el sacrificio; operar sin coberturas en mercados tan volátiles es como taparse con una frazada corta o me tapo los pies o me cubro la cabeza, las dos cosas es difícil, el productor decide donde realizar el sacrificio, resignando rentabilidad o no cubriendo los costos.


   Juan Vasquetto