Las 19 horas que tardó el escrutinio de los comicios del domingo y las nuevas denuncias por robo o falsificación de boletas potenciaron los reclamos para dejar atrás el sistema de votación con las boletas tradicionales.

Sobre la base de la experiencia que se vivió en la ciudad de Buenos Aires en las últimas elecciones para jefe de gobierno, una solicitud en el sitio de iniciativas Change.org que pide la implementación de la boleta única electrónica en los comicios generales de octubre sumó, en apenas 48 horas, más de 140.000 firmas.

"No puedo creer que después de más de 30 años de democracia sigamos votando con este sistema de boleta sábana. Te pido tu firma para que los candidatos se comprometan públicamente y se implemente la boleta única electrónica en la Argentina", reza la solicitud.

La red Ser Fiscal, en tanto, pidió ayer la reforma del sistema tradicional, aunque no por la boleta electrónica, si no por la boleta única, ya implementada en Santa Fe, Córdoba, cárceles y consulados. "El sistema no da para más", dijo a LA NACION Claudio Bargach, coordinador nacional de la organización.

Sin embargo, magistrados advirtieron que un cambio de este tipo lleva tiempo: la proximidad con los comicios generales y la necesidad de capacitar a la ciudadanía haría casi imposible su puesta en práctica.

En diálogo con este medio, el constitucionalista Félix Loñ advirtió que para modificar el procedimiento de votación -suprimir las boletas tradicionales- se debe modificar el Código Nacional Electoral, lo que requiere la aprobación de la mayoría absoluta de la totalidad de las dos cámaras del Congreso.. (La Nación)