El precandidato a presidente por Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), José Manuel de la Sota, y su compañera de fórmula, Claudia Rucci, cerraron anoche la campaña con una caravana por buena parte de la ciudad de Córdoba y un acto frente al Centro Cívico. En su discurso, aseguró que será el presidente de la "reconciliación" nacional.

De la Sota, que competirá el domingo en las internas de UNA con Sergio Massa, pidió a los votantes que compartan su "sana y pacífica rebeldía". A su vez, aseguró que se siente en su "mejor momento" político, que "aprendió a escuchar; es necesario un gobierno que sepa escuchar" y reiteró que está dispuesto a "perdonar, a olvidar, a dar vuelta la página, a decirles a los argentinos que el país ya saldó las cuentas con el pasado; que hoy hay más futuro que pasado".

"No soy el enemigo de ningún argentino. Quiero al campo y a la industria, al orden económico junto a las políticas sociales, a la solidaridad y a la iniciativa empresarial. Lo estatal, con lo privado. ¡Yo sé que no tenemos que excluir a ningún sector, porque es la suma de todo lo que nos hará un gran país!", dijo en su discurso de cierre de campaña.

En un escenario montado con los colores violeta y amarillo, las gigantografías de "el hombre" y pantallas que transmitieron los spots de campaña para amenizar -junto con música- las casi dos horas de demora del inicio del acto, la fórmula se presentó acompañada del gobernador electo Juan Schiaretti, los postulantes a senadores y diputados nacionales, y Adriana Nazario, esposa de De la Sota.

Durante la caravana integrada por unos 200 autos que recorrieron más de 50 kilómetros, en declaraciones periodísticas De la Sota admitió que si el domingo pierde frente a Massa, lo apoyará en octubre para dar la pelea presidencial. De todos modos, advirtió que dará una "sorpresa" en las PASO.

En el arranque de su discurso frente a unos 2000 militantes, el candidato peronista usó la misma estrategia que en el acto de lanzamiento en el estadio de Belgrano hace dos meses: invitar a los argentinos a "no acostumbrarse".

Entre aquello que "no hay que acostumbrarse", De la Sota apuntó a la inflación; las jubilaciones que no satisfacen las necesidades básicas; los jóvenes que "viven buscando trabajo y no lo encuentran"; las cloacas desbordadas; la falta de agua potable; la salud pública que "llega tarde" y la Justicia "manipulada".

Como viene haciendo en las últimas semanas, De la Sota apeló a un mensaje fuerte sobre su "convicción" para luchar contra el narcotráfico: "No se acostumbren a convivir con aquellos que penetran las fronteras como un verdadero ejército invasor, vamos a echar a los narcos de las calles, de los barrios", dijo, en clara alusión a la campaña que se desató en el territorio bonaerense.

Como durante toda la campaña -cuando criticó a Mauricio Macri y a Daniel Scioli por la falta de ideas-, ayer De la Sota señaló que está convencido de tener las propuestas "más concretas e innovadoras". Antes de que el cuartetero Ulises Bueno subiera al escenario para el cierre, De la Sota pidió que le den "una oportunidad" el domingo.. (La Nación)