Conminada a actuar cuanto antes para poner término al drama de miles de migrantes que pierden sus vidas en las aguas del Mediterráneo, la Unión Europea (UE) anunció ayer una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de gobierno para pasado mañana en Bruselas.

En forma simultánea, los ministros de Relaciones Exteriores y del Interior se reunieron en Luxemburgo para analizar esas tragedias -que se aceleraron en las últimas semanas- y estudiar eventuales medidas para impedirlas.

El naufragio del domingo, que habría provocado por lo menos 700 muertos frente a las costas libias, fue sin duda el peor de todos. Pero otros barcos llenos de migrantes clandestinos estaban ayer enestado de emergencia en el mar. Ese flujo, que hoy se explica con el caos libio, es incesante desde hace tiempo. Según el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), unas 35.000 personas atravesaron el Mediterráneo desde comienzos de año.

Frente a esta situación, los responsables europeos deberían poner punto final a sus históricas tergiversaciones. "Es un deber moral", declaró ayer la jefa de la diplomacia europea, la italiana Federica Mogherini. A su juicio, son indispensables una mayor presencia europea en el mar y una distribución equitativa de las responsabilidades para acoger a migrantes y refugiados.

En Luxemburgo, además de eventuales "acciones específicas" contra los traficantes, evocadas por los responsables italianos, los 28 analizaron otras opciones. El plan que estará en la mesa de discusiones de la cumbre del jueves consta de 10 puntos e incluye la estrategia que debía presentar, a mediados de mayo, la Comisión Europea.

"Los acontecimientos nos superaron", reconoció ayer el comisario europeo para la Inmigración, Dimitris Avramopulos.

En todo caso, hoy parece inevitable un refuerzo urgente de medios civiles y militares de salvataje cerca de las costas libias, según fuentes diplomáticas. Sería algo así como hacer renacer la operación de socorro Mare Nostrum, a la cual Italia debió renunciar hace seis meses por falta de medios financieros y de apoyo dentro de la UE. En otras palabras, proceder a la búsqueda sistemática de barcazas, pateras y otros "barcos de la muerte" que se lanzan al mar desde las costas del norte de África, desde Egipto hasta Marruecos.

"Muchos evocan una operación como la que la comunidad internacional organizó en el golfo de Adén contra los piratas somalíes, con gran éxito", precisa una fuente europea. "Estamos hablando de una operación de salvataje a gran escala, de una misión que no tiene nada que ver con la vigilancia de fronteras marítimas de la UE, confiada en las inmediaciones de Sicilia a la agencia europea Frontex (responsable del dispositivo actual, la operación Tritón)", agrega.

"Esta vez, los Estados tendrán que asumir sus responsabilidades", afirma otro embajador, citando las necesidades de patrulleros, helicópteros, aviones de vigilancia marítima y navíos-hospital.

Enfrentadas a la actual situación de urgencia humanitaria, las capitales de la UE también tendrán que silenciar el argumento que habían utilizado para torpedear la operación militar-humanitaria italiana: asegurar a los migrantes un salvataje como lo impone el derecho del mar sería multiplicar las vocaciones al derecho de asilo y hacer el juego de los traficantes en Libia. Es verdad. También es cierto que Mare Nostrum salvó el año pasado a 170.000 personas que no bien desembarcaron en Italia aumentaron considerablemente las cifras de la inmigración irregular en la UE.

Pero a igual número de arribos (20.000) en los primeros cuatro meses de 2014 y 2015, el año pasado hubo unos 90 muertos con Mare Nostrum, mientras que este año la cantidad de víctimas fatales asciende a 1600.

"Cerca de un millón de candidatos a la travesía esperan en Libia la hora de lanzarse al mar. Sólo la penuria de barcos tempera el éxodo", indica Fabrice Leggeri, director de Frontex. Sobre fondo de desempleo y xenofobia, la cuestión es extremadamente sensible para los dirigentes europeos. Pero el insoportable balance de los últimos días obliga a revisar las actitudes pusilánimes.

En primera línea, Italia reclama desde hace años mayor coraje y cooperación. Alemania, primer destino final de los migrantes, desea oficialmente un "esquema preciso de distribución europea". Francia solicitó anteayer que los migrantes salvados de las aguas sean "acogidos en el conjunto de los países de la UE", sobre todo los países del Este, que mantienen una actitud extremadamente reticente.

Las discusiones se anuncian arduas para pasado mañana. Sin embargo, como advirtió Federica Mogherini ayer, al llegar a Luxemburgo, "la Unión Europea no tiene más excusas, los Estados miembros no tienen más excusas...".


Los naufragios siguen, pero no asustan a los ilegales: advierten que hay un millón listos para cruzar


Hubo un nuevo accidente en aguas griegas y otros dos barcos que quedaron a la deriva pidieron asistencia; revelan detalles de la tragedia de anteayer, la peor de la historia.

talia seguía consternada ayer por los nuevos detalles que se conocieron delnaufragio-hecatombe en el que murieron entre 700 y 950 inmigrantes, la peor tragediade todos los tiempos en el Mediterráneo. Pero los desesperados siguieron desafiando los peligros del cruce, y un fiscal encendió todas las alarmas al advertir que "en Libia hay un millón de migrantes listos para partir".

Según trascendió ayer, la gran mayoría de los ilegales que iban en el barco que naufragó anteayer, entre los cuales había por lo menos 200 mujeres y chicos que soñaban con un futuro mejor en Europa, murieron como ratas, atrapados en la bodega de la barcaza.

"La mayor parte de los migrantes que estaban a bordo del pesquero no podían salvarse", confirmó el fiscal de Catania, Giovanni Salvi, que explicó que la mayoría de los pasajeros de la barcaza -cuya cifra total nadie aún pudo verificar- se encontraban encerrados en el interior de los dos pisos de la bodega de la embarcación. Repleto de africanos que habían sido embarcados en Libia, el pesquero dio una vuelta de campana en la madrugada del domingo, cuando quienes se encontraban en la parte superior se movieron en masa hacia un lado, al divisar un barco mercante que llegaba a rescatarlos.

Pero el drama no se detiene. Dos barcos que navegaban hacia el sur de Italia tuvieron que ser socorridos ayer, mientras que el luto se acrecentó con las imágenes llegadas desde Grecia, donde otra "carreta del mar" con 200 migrantes africanos naufragó al chocar contra unas rocas antes de alcanzar Rodas. En este enésimo incidente, fueron rescatadas 90 personas y al momento recuperados tres cuerpos, de un hombre, una mujer y un chico.

El fiscal adjunto de Palermo, Maurizio Scalia, advirtió que las cosas irán empeorando.